ABR
No hace mucho tiempo, hemos tratado de demostrar los problemas que tendría nuestra sociedad ante la insistencia del gobierno provincial en aplicar un proyecto que no garantiza el DERECHO A LA SALUD que como ciudadanos nos corresponde, hoy, casos como el de esta niña de Calchaquí y varios más que escaparon a las barreras del silencio, nos demuestra que nuestros reclamos son justos y oportunos.
Con argumentos de distintas fuentes, tratamos de explicar que durante más de treinta años el norte santafesino, tuvo lo que pretendíamos seguir teniendo , hospitales públicos con muy buen nivel de prestaciones, pero esa verdad, se perdió en una discusión estéril e interminable, mientras LA REALIDAD, sigue su camino implacable sobre el dolor y sufrimientos de pobres, ancianos y niños.
Me resulta muy difícil entender que profesionales de la salud a cargo de este servicio, desconozcan o soslayen la gravedad de estas situaciones y pretendan contrarrestarlas utilizando livianos PRETEXTOS O EXCUSAS inaceptables.
Estamos hablando de sufrimientos, muertes, angustias, dolor, de seres humanos sin respuestas dignas, ¿Quién nos defiende ante estos casos? ¿Alcanza un discurso como descargo? ¿Quién es el responsable? ¿QUÉ DIFERENCIA EXISTE ENTRE MATAR Y DEJAR MORIR?
Alfredo C. Buffi
LE 7.882.123
Link permanente a la noticia: