Con la presencia de autoridades, alumnos, exalumnos, docentes y directivos de ayer, de hoy y de siempre, se llevó a cabo el acto por los 60 años del Colegio Superior Nº 42 Dr. Agustín Luis Rossi.

Durante el mismo, se realizó un minucioso repaso por la historia del colegio. Desde su inauguración en el 1955, cuando era privado y sólo para varones; hasta que se fue transformando en la institución que es hoy: un colegio público, mixto, que además cuenta con un nivel terciario que funciona en el turno noche desde hace 25 años.

Su historia comienza en el ’55, cuando es creado como un instituto privado, aunque duró poco tiempo funcionando de esa manera. Ya en mayo de 1959 pasa a ser un Colegio Nacional Mixto. En 1972 muere su primer rector y fundador, el Dr. Agustín Luis Rossi.

Rossi había venido a Vera como empleado del poder judicial. En mayo del ’55, por inquietud de la Asociación de Amigos de Vera, deciden crear una escuela secundaria. Abogado de profesión, Rossi junto a su mujer Raquel Teresita Simian Yofre, comenzaron su carrera docente en el mítico colegio, trabajo que lo acompañó hasta su muerte en 1972.

Ya en 1986, se decide bautizarlo con el nombre del abogado rosarino que apostó fuertemente a la educación pública en nuestra ciudad y que nos representó a los santafesinos en diferentes instituciones, desde trabajos universitarios hasta como miembro del Ministerio de Educación y Cultura, pasando por la presidencia de Los Obreros del Norte, entre otras actividades culturales y educativas.

Volviendo al emotivo homenaje por el 60º Aniversario celebrado ayer, las palabras fueron las principales protagonistas de la velada, en su mayoría a cargo de docentes y ex docentes de la institución: Ramona Benítez, Analía Catalín, Ángel Parra, Horacio Walter, maestros de la historia viva del colegio, quienes hicieron uso de la palabra para manifestar el orgullo docente de formar parte de la institución educativa verense.

Tal como lo dijo Ángel Parra: “Pensemos en cuantos sueños, en cuantas ilusiones, en cuantos acontecimientos, en cuantas experiencias compartidas, en fin, en cuanta vida han dejado las personas que transitaron en las seis décadas por los avatares de esta institución. Desde la Asociación de Amigos del Pueblo que lucharon allá en los orígenes por conseguir oportunidades educativas para quienes aún no las tenían, pasando por quienes trabajaron para lograr la oficialización, para que seamos así otro glorioso Colegio Nacional en el suelo de la patria”.

Indudablemente, los sueños, las ilusiones y la historia dejada allí, mantenida aún viva como esa incesante llama de conocimiento que no se apagará jamás, harán que el trabajo social y humanitario del colegio público se mantenga siempre presente, siempre disponible para todos los verenses que lo necesiten y que crean en que la educación es la única herramienta para seguir viviendo en libertad.

Juan José Storti |Edición Vera|

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