EMBAJADOR DE LA PAZ

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El pasado 03 de Agosto, el joven Ever Cristian Aranda, actual presidente de la Asociación Civil: “La Quinta”, viajó al país de Estonia para representar la institución, la ciudad de Vera, la provincia de Santa Fe y la Argentina. Es un logro nuevamente ya que la Asociación Civil fue elegida dentro de diferentes instituciones que trabajan con voluntariado internacional en la Argentina, para que pueda enviar un voluntario a éste encuentro de jóvenes que se realizó desde el 04 hasta el 21 de ago

         Podemos decir también que éste es un proyecto aprobado por la Unión Europea, a través de una organización llamada “Solidarites Jeunesses”, que ofrece a  jóvenes voluntarios  la oportunidad de vivir una experiencia de 15 días, haciendo un trabajo social en el lugar que los aloja. Poder vivir un encuentro diferente con jóvenes de todo el mundo y trabajar por la solidaridad y la paz en el mundo.

       Distintas costumbres y culturas del mundo se hicieron presentes en Estonia, voluntarios de Japón, Rusia, Italia, España, Australia, República Checa, China, Inglaterra, Honduras y Argentina. Los voluntarios realizaron trabajos de: Recuperación de un museo Histórico, cuidado de una reserva ecológica, ayuda a pobladores y leñadores, en su trabajo diario, ordenar, quitar la suciedad, hacer veredas y parquizar plazas.

Reparación de un cementerio de la memoria, se realizaron visitas a distintas ciudades claves del país y diversas actividades con la comunidad. Además de poner en alto las banderas de la solidaridad y la paz mundial.

      Nuestro embajador de la paz nos deja una reflexión para que sigamos pensando y apostando a los jóvenes, que con fuerza y esperanzas el mundo cada día será mejor.

“Es obligación tender más puentes. Romper las murallas mentales de cada uno, brindar manos, caminar juntos, encontrarnos desde la mirada, el gesto siempre presente, desde el compartir. Escuchar las emociones de los otros/as. Estar atentos pero tranquilos, pacientes sabiendo que el aprender se va tiñendo de experiencias, tomando colores inimaginables. Armando un ovillo para luego desenhebrar con otros y otras. Aunque aparezcan los enredos, sabiendo que se puede hilar mundos con personas diferentes.

Hasta que nos animamos y desenrollamos el hilo de nuestro ovillo interior. Cada hebra es diferente pero todas pueden crear algo bello. Muchas veces nos encontramos sujetos, creyendo ser dueños de la verdad, así la vida se desorienta, se deshilacha,  se corta, amarramos pedazos rotos que se vuelven un grito, hasta quedarnos mudos. Con esfuerzo las puntas se van juntando, cambian de colores, hilan que te hilan, concretando los sueños que tejen,  Repasan los nudos, la memoria, la experiencia, entonces aprendemos.