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En Argentina, según el Ministerio de Salud de la Nación, es el tipo de patología oncológica de mayor incidencia en mujeres, con una tasa de 71 casos por cada 100.000, y más del 75% de las mujeres diagnosticadas no tienen ningún antecedente familiar de dicha enfermedad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el 2020, el cáncer de mama era el tipo de cáncer más común con más de 2,2 millones de casos globales registrados. En Argentina, según el Ministerio de Salud de la Nación, es el tipo de patología oncológica de mayor incidencia en mujeres, con una tasa de 71 casos por cada 100.000, y más del 75% de las mujeres diagnosticadas no tienen ningún antecedente familiar de dicha enfermedad.
Este padecimiento cobra la vida de miles de mujeres anualmente, por lo que, en el Mes Rosa también conocido como el Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, es necesario hacer un llamado para estar alertas de cualquier síntoma y seguir las medidas de control correspondientes.
La detección temprana es fundamental ya que los tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación, aunque cabe destacar que las maneras de detección varían de acuerdo con el caso de cada paciente. En nuestro país el cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres, provocando 5400 muertes por año, y las tasas de mortalidad más elevadas se dan entre mujeres de entre 50 y 80 años o más.
El sector salud ha trabajado constantemente para poder entregar hoy en día herramientas como la resonancia magnética de mama y alternativas de ultrasonido dedicadas a detectar el cáncer de manera más temprana, y así avanzar hacia una atención personalizada.
De cualquier manera, la mamografía es el método más eficaz para este fin. De acuerdo con la Sociedad Alemana contra el Cáncer (Brustkrebs Deutschland e.V) el tamaño medio de un bulto detectado por mamografía es de 0,5 cm, mientras que el tamaño medio de un bulto que las mujeres pueden detectar mediante la autoexploración habitual es de 2 cm.
Bajo esta lógica, la mamografía se convierte en una herramienta necesaria de cuidado y prevención. Sin embargo, existen varios mitos que pueden comprometer su uso por parte de las mujeres y obstaculizar el diagnóstico de casos de manera precoz. A continuación, algunos de los más comunes:
Las mamografías son dolorosas. Esta es una creencia popular que se presenta al asociar la compresión de la mama con un efecto doloroso. Sin embargo, este proceso es importante para obtener una buena imagen interna de ella y así realizar un buen diagnóstico. En realidad, los márgenes de dolor que se presentan suelen ser mínimos y no representan ningún riesgo para la paciente.
Las mamografías solo pueden detectar signos de cáncer cuando la enfermedad ya está en sus últimas etapas. Esto es falso, pues las mamografías se usan para detectar el cáncer en sus etapas iniciales, es decir, cuando recién está comenzando y cuando se desea realizar un despistaje en mujeres sin ninguna sintomatología. Por ende, este es el único método que da margen de maniobra sobre las muertes por cáncer de mama, al descubrir la enfermedad en un rango de tiempo oportuno.
Las mamografías producen cáncer puesto que las mujeres se exponen a radiación. Las mamografías no producen ningún riesgo en la salud si se lleva a cabo con una indicación médica adecuada. El beneficio de encontrar alguna señal de cáncer lo supera en creces; además, los equipos modernos emiten mínima radiación y reproducen una mejor imagen.
Las mujeres no pueden realizarse una mamografía si tienen un implante mamario. Al igual que los implantes mamarios no protegen del cáncer ni lo producen, tampoco impiden la realización de esta prueba. La única diferencia reside en la manera en que debe realizarse este examen. Si se tiene un implante mamario y se desea tomar una mamografía, esta se debe realizar de manera distinta a la común: adicionando una toma mamográfica especial en cada mama.
Todos los cánceres de mama pueden detectarse con una mamografía. No todos, pero la mayoría sí. Siempre debe comenzarse con una mamografía y adicionar los métodos complementarios como una ecografía o resonancia magnética cuando sea necesario.
“Es necesario seguir desarrollando tecnología de imagen para alcanzar el máximo nivel de precisión y también para un correcto diagnóstico, caracterización de la enfermedad y tratamiento efectivo, de modo que sea posible respaldar a las mujeres en todo su recorrido médico. Así mismo, es necesario mantener un seguimiento juicioso, por eso, activamos la campaña #getchecked con el fin de que las mujeres por iniciativa propia se hagan su examen de rutina, pues cuanto antes se detecte el cáncer de mama, mayores posibilidades de recuperación tendrán”, cierra Pablo Molina, Gerente de Rayos X y Mamografía en Siemens Healthineers, Latinoamérica.
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