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El santafesino contó que se está entrenando, que piensa en el regreso, y apunta mucho más allá: "Dos o tres más hago seguro el año que viene". Descartó pelear en Argentina. POR ANDRÉS MOONEY.
Uno sabe de antemano que está molestando. Es consciente de que, al llamar por teléfono, está interrumpiendo un momento sagrado. Pese a que él afirme lo contrario –"Estoy, como decimos acá, al pedo", dirá, como queriendo aliviar la culpa del interlocutor-, cualquiera que apenas lo conozca tiene en claro que, al pedirle hoy unos minutos, le está robando un tiempo vital. "Recién termino de comer un chivito", agregará, más tarde, al advertir el pudor del insistente cronista.
De su última pelea pasaron nueve meses y, si bien parece un tiempo suficiente para preguntarle a un boxeador sobre su presente –y acerca de su futuro-, cuando se recuerdan las tres que hizo Marcos el Chino Maidana (35-5, 31 KO) en el lapso de un año, ese tiempo toma otra dimensión: una batalla contra Adrien Broner y dos desgastantes en la previa y en todo lo posterior contra Floyd Mayweather; eso, de diciembre de 2013 a septiembre de 2014. Por eso estas tardes en Calchaquí que podrían parecer vacías, están llenas de sentido para el excampeón mundial superligero y welter. Y, por eso, invitarlo a pensar en boxeo parece obligarlo a volver al trabajo del que se está tomando un merecido descanso. De ahí que sea mejor llevarlo al ring sin rodeos y tirarle a fondo.
—¿Te estás entrenando?
—Estoy haciendo bicicleta y por ahí voy a hacer sparring, que es lo que me gusta. Hace rato que vengo guanteando con Jacinto Baigorria (0-5), un amigo. Casi nunca corro. Sólo hago bici y sparring en el gimnasio municipal de Margarita.
—Dicen que andás con ganas de volver. ¿Es así?
—Y, sí, por ahí me dan ganas. Más adelante voy a ir unos meses a Los Ángeles y ahí voy a empezar a entrenar. (Sebastián) Contursi y el resto del equipo están allá. Escuché algo de que capaz abrían un gimnasio allá, algo así, así que me iría con Robert (García).
—¿Cuándo volverías: a fin de año o ya en 2016?
—Creo que a fin de año vuelvo. Donde sea, pero en Estados Unidos. Allá, y no en Argentina, está la… (risas).
—¿Cómo se hace para volver a los entrenamientos cuando en casa no quieren que pelees?
—No sé, porque no volví a entrenarme en serio como para el regreso todavía. No sé… les voy a decir que me voy a entrenar para mantenerme físicamente nomás y después les digo: "¡Salió una pelea!". Bueno, por ahí mentimos un poco (risas).
—Tanto Canelo como Cotto se lucieron en sus últimas peleas y, parece, se van a enfrentar. ¿Pelearías con alguno de ellos?
–No, son muy pesados para mí. Yo, si peleo, peleo en mi categoría. Ellos son de otra, son muy grandes para mí. Me voy a mantener en welter.
—Después del regreso, ¿cuántas peleas más te quedan?
—Dos o tres más, seguro. Voy a ver cómo me siento. Si hago la primera y en los entrenamientos me siento bien, sí. Tuve peleas duras, así que quiero ver cómo estoy. Creo que me voy a sentir bien de nuevo.
—Luego de la primera con Mayweather, tenías pensado tomarte un largo descanso hasta que sonó el teléfono y apareció la revancha. ¿Hay alguien que pueda hacerte volver ya?
—No, creo que hay muchos que pueden ofrecerse a pelear. Yo, sin dudas, le voy a decir que sí a cualquiera, pero siempre buscando mi conveniencia. Hay varios: si quiero fuertes, hay; y si quiero alguno "tranqui", también hay.
No está en Las Vegas, pero anda rodeado de mujeres. Se las escucha con nitidez del otro lado del tubo. Aunque no le peguen, Mariana Zilli de Maidana y Emiliason quienes hoy lo tienen grogui. A fines de abril, el Chino dio el sí con su nueva esposa y, ayer, su hija cumplió un año y tres meses. Cuando habla de ellas –de ellos, todos, en familia-, se ablanda como si le estuvieran dando un cross fulminante a la sien: "El casamiento fue como lo esperábamos. Estamos muy contentos. Me volvería a casar. En la luna de miel, fuimos a ver Mayweather-Pacquiao y, después, estuvimos una semana en Miami. Estoy disfrutando en familia. Emilia está grande. Estoy contento porque la puedo ver crecer, algo que no pude hacer con mi otro hijo (Marcos Nahuel, Yoyo) por el entrenamiento. Y es siente distinto por tratarse de una nena, es especial. Como que son más tiernas las mujeres, cambia el trato".
—Entonces tu "trabajo", hoy por hoy, es estar en tu casa. ¿No invertiste plata en algo que te ocupe el tiempo?
—Invertí, sí, pero no me lleva tiempo. Tengo que pasar a cobrar nomás. Rapidito, je.
TEXTO: ANDRÉS MOONEY. FOTO: ARGNOTICIAS.COM
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