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En una nota con la Revista Caras, Araceli González tocó varios temas. Uno de ellos, fue la relación que Florencia Torrente, su hija, mantuvo con Nicolás Cabré hace algunos años.
“Sufrió mucho y era muy jovencita. Por tanto yo, como mamá, y toda mi familia, estuvimos muy cerca de ella. Flor manejó su dolor con mucha privacidad. No tuvo una actitud especulativa. Todo lo contrario, lloró en silencio”, contó una de las actrices más lindas de la Argentina.
¿Volvió a hablar con Cabré? “No. Yo me preocupo por mi hija. Me ocupé de ella, la apoyé, la escuché, la escuché llorar, y ese es el dolor más grande que puede sentir una mamá. Y me dediqué a estar con ella. Cabré dejó de existir. Sólo persistía su existencia si estaba con mi hija. Después de lo que sucedió, automáticamente dejó de existir en mi vida. Me enfoqué en mi hija. No me interesó más. Ni me interesa ahora. Con mis hijos soy una leona. Quien provoca dolor a mis hijos, para mí pierde existencia”, disparó.
Y finalizó: “Yo dentro del medio no tengo amistades. Soy muy coloquial, híper respetuosa, jamás le voy a faltar el respeto a nadie, pero no me toques a los míos, porque me transformo”. Y así es, nomás…
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