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La compañía sueca, pionera en su país, actuará el fin de semana próximo en el teatro El Círculo con "Wear it like a crown".
La compañía sueca Cirkus Cirkör llega por primera vez a la Argentina. En su desembarco en Rosario presentará el espectáculo "Wear it like a Crown" (llevado como una corona), el viernes y sábado próximo en el teatro El Círculo (Laprida y Mendoza). Según se adelanta "la música y el nombre del show nacen a partir de una de las canciones del álbum "The noble art of letting go" (el noble arte de dejar ir), de la compositora Rebekka Karijord. El director Björfors mezcla el caos y el orden y transforma riesgos en oportunidades. Todo se trata de poder elegir llevar fracasos, miedos y fallas como una corona, puliéndolos y llevándolos con orgullo".
A partir de la inquietud de un grupo de jóvenes que se organizó como una pequeña compañía en 1995, el grupo fue responsable del impulso de la disciplina en Suecia y los países escandinavos, con una agenda de giras y una escuela propia. Con la dirección de Tilde Björfors, quien además se desempeña como docente en la Universidad de Danza y Circo en Estocolmo, Cirkus Cirkör fue, además, invitada especial en la ceremonia de entrega de los Premios Nobel.
David Eriksson, uno de los cinco artistas del grupo, contó a Escenario detalles del origen y el desarrollo del trabajo que no elude "toques de rareza", el uso de imágenes, texto "si es necesario" y "cosas extrañas nunca antes vistas", prometen. Todo comenzó a mediados de los noventa, y así lo recordó Eriksson. "Nuestro director artístico, Tilde Björfors, tuvo su primer encuentro con un espectáculo de circo contemporáneo en Francia y eso fue lo que lo llevó a tomar la decisión de comenzar un proyecto similar en Suecia".
Desde aquel inicio en 1995, y con el interés por la disciplina en aumento, el grupo continuó creciendo e investigando. Esas condiciones generaron el impulso de lo que denominaron Cirkör Lab, un laboratorio a través del cual la compañía promueve y apoya distintas disciplinas con investigaciones y labor docente. En ese ámbito artistas nacionales e internacionales se proponen un cruce de áreas con el circo como común denominador.
Con el impulso, además, comenzaron las giras internacionales que "se transformaron en una tarea primordial para Cirkör, tanto por la demanda como también por el factor de que Suecia es un país pequeño. Estas giras hicieron posible que nuestra compañía transcurra por varios cambios y se haya desarrollado de gran manera", explicó.
Influencia. La influencia de Cirkus Cirkör, recordó el artista, no tardó en hacerse sentir entre las nuevas generaciones a partir de su creación "como un grupo independiente con ganas y ambiciones de poder hacer un show". Con ese modesto inicio, "la reputación y aceptación del espectáculo fue tan positiva que surgió la necesidad de convocar a más jóvenes. El show fue un éxito y mucha gente se interesó por el circo contemporáneo. Abrimos una escuela y hoy día existe una universidad de circo en Estocolmo. Desde esta forma de expresión, hay una gran necesidad de una generación más joven y tenemos la oportunidad de disfrutar de que muchos artistas compartan sus propias visiones sobre el circo contemporáneo".
Como "inspiración", Eriksson reconoce la mutua influencia entre Cirkus Cirkör y el célebre Cirque du Soleil. "Pensamos que ambos espectáculos están inspirados en ambas compañías. Cirque, por supuesto, es más grande, pero de todas maneras nuestros shows y nuestra forma de trabajar también les sirve de inspiración a ellos. Si tuviera que resaltar una cualidad sería su habilidad de crear poesía en el escenario con sus increíbles acrobacias y otras habilidades que nos sirven de musa inspiradora". Sin embargo, marcó algunas diferencias: "Desde sus comienzos, Cirkör trabajó artística y pedagógicamente. Desde nuestros comienzos trabajamos con todo", subrayó.
Recursos. Cirkus Cirkör no deshecha ninguna posibilidad a la hora de montar sus espectáculos y recurre recursos diversos. "Tratamos de utilizar y trabajar con las disciplinas que nos resulten interesantes y que tengan relación con el espectáculo que ofrecemos. En «Wear it like a Crown» por ejemplo, elegimos la proyección de video como material extra para contar parte de la historia porque nos pareció muy interesante". "En el circo todas las formas de expresión son bienvenidas", añadió. "Si sentimos que podemos utilizar un texto en el espectáculo, lo hacemos; si creemos que por medio de un video expresaremos una idea, lo hacemos. El circo es una gran fusión, sin fronteras, para expresar sentimientos".
Si es posible incorporar casi cualquier recurso, ¿qué distingue al circo de otras formas de arte? "Diría que no es que tenga una ventaja sino muchas posibilidades. No nos centramos en sólo una forma de arte. Muchos de nuestros artistas poseen más de una habilidad y las llevan al escenario en nuestras producciones, lo que hace que cada show sea original y distinto del resto. Raramente se trabaja con guiones, por ejemplo. Lo que ofrece nuestra compañía al público es ese toque de rareza y de poder disfrutar de esas cosas extrañas nunca antes vistas".
La tecnología no es ajena a la concepción de los shows y a la difusión de Cirkus Cirkör. "Desde que surgieron las distintas redes sociales, como Facebook y Twitter, hubo un gran cambio en cuanto a la posibilidad de comunicarnos con nuestros fans. Nuestra página de Facebook, por ejemplo, ha llegado a los más de 11 mil seguidores y lo bueno de esta herramienta es que el staff y los artistas tienen un contacto directo con quien está interesado en nuestros espectáculos. La tecnología en sí es fascinante y hoy día puede verse en el escenario interactuando en todos y cada uno de nuestros shows", concluyó.
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