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A pesar de ser uno de los directores más prestigiosos del panorama estadounidense con alguno de sus clásicos, sorprende que Martin Scorsese tan sólo haya recogido una vez la estatuilla al mejor director.
Sea un consagrado o un nombre desconocido, todos aspiran a esa estatuilla que lo corone como el más encumbrado intérprete del cine de la industria de 2013. Este año, la batalla por el Oscar al mejor protagonista podría concluir con un nuevo récord de edad o la quinta estatuilla para un actor negro en esta categoría. Sin embargo, y con permiso de Christian Bale, parece que el duelo definitivo lo librarán Leonardo DiCaprio y Matthew McConaughey.
¿Será el año del casi eterno candidato o -como todo parece indicar- el reconocimiento a una carrera reconducida con éxito? En lo que respecta a las mujeres, a diferencia del año pasado, cuando se coló en la lista de nominadas a mejor actriz la pequeña y hasta entonces desconocida Quvenzhané Wallis o incluso el año anterior, cuando Rooney Mara y Viola Davis representaron cierto viento de cambio, este año las nominadas a mejor actriz son todas caras conocidas de Hollywood. Eso sí, todos los candidatos y candidatas por la mejor actuación llegan con una historia previa que merece destacarse, pasen y vean.
Christian Bale: Es el único de los cinco que ya cuenta con un Oscar, el que ganó en 2011 por su papel secundario en “El luchador”. Ahora, repite con el cineasta David O. Russell en la comedia “Escándalo americano”, que con diez nominaciones es una de las favoritas de esta 86 edición. Acostumbrado a domar su físico según las exigencias del libreto -adelgazó hasta quedarse en los huesos para “El luchador” y sobre todo “El maquinista”, pero entre tanto lució músculo como Batman-, esta vez tuvo que engordar unos 20 kilos y raparse parte del pelo a fin de dar vida al estafador Irving Rosenfeld en la Nueva Jersey de finales de los 70. A sus recién cumplidos 40 años, aquel adolescente británico que debutó con “El imperio del sol” y conquistó a Hollywood con “Psicópata americano” vive uno de sus mejores momentos profesionales, aunque no parece probable que los académicos vuelvan a premiarlo esta vez.
Bruce Dern: El más veterano de los nominados podría protagonizar la sorpresa de la noche y llevarse la estatuilla por su conmovedor papel en “Nebraska”, que ya le valió el premio al mejor actor de Cannes. De conseguirlo, sería el intérprete de mayor edad en la historia de esta categoría, en la que hasta ahora el récord es para Henry Fonda (tenía 76 cuando se llevó el galardón por “On Golden Pond”). Dern, de 77 años, persiguió durante más de un lustro a Alexander Payne para que llevara al cine el guión de este filme en el que encarna a un anciano convencido de que ha ganado un millón de dólares. Con una carrera de más de 80 películas a sus espaldas, casi siempre como secundario, el estadounidense brilla con este anti-héroe que le ha valido su segunda candidatura al Oscar 35 años después de “Coming Home”.
Leonardo DiCaprio: Veinte años después de lograr su primera nominación por “¿A quién ama Gilbert Grape?”, a Leo DiCaprio se le ha resistido el Oscar. Ahora, en su cuarta candidatura, parece el momento de resarcir a un actor sin demasiada suerte con los académicos: “Titanic” ganó 11 estatuillas, pero él ni siquiera fue nominado, como tampoco ocurrió con “Los infiltrados” -que brindó su único Oscar a Martin Scorsese-, “J. Edgar” o el año pasado con su papel secundario en “Django sin cadenas”. En “El lobo de Wall Street”, este californiano de ascendencia italiana repite su ya habitual tándem con Scorsese en uno de sus papeles más aplaudidos: el de Jordan Belfort, tan ambicioso y falto de escrúpulos a la hora de amasar dinero como excesivo para celebrarlo. De momento, a sus 39 años le ha dado su primer Globo de Oro (comedia o musical), pero su ausencia entre los premios del sindicato de actores (SAG) no es buen presagio.
Chiwetel Ejiofor: El más joven y menos conocido de los cinco candidatos tiene 36 años y debutó en la gran pantalla con el drama sobre la esclavitud “Amistad”, de Steven Spielberg. En “12 años de esclavitud” repite temática de la mano de Steve McQueen con la historia real de un hombre libre secuestrado y vendido como esclavo en el siglo XIX. De ascendencia nigeriana, Ejiofor podría convertirse en el quinto actor negro que se lleva el Oscar en esta categoría, aunque pese a haber conseguido el BAFTA no parece probable que levante la dorada estatuilla el domingo. A lo largo de su carrera, el británico ha trabajado entre otros con Woody Allen (“Melinda y Melinda”), Alfonso Cuarón (“Los niños del hombre”) o Stephen Frears (“Dirty Pretty Things”).
Matthew McConaughey: Avalado por el Globo de Oro (drama), el Critic’s Choice y el premio del sindicato de actores de Hollywood, McConaughey es el gran favorito para coronarse con el Oscar. De conseguirlo, sería el reconocimiento a un actor que a sus 44 años ha sabido reconducir su carrera, pasando del tipo guapo de comedias románticas como “The Wedding Planner” o “How to Lose a Guy in 10 Days” a aclamados personajes como los que interpretó en “Mud”, “Bernie” o este mismo año como secundario en “El lobo de Wall Street”. Para su aplaudida actuación en el drama “Dallas Buyers Club”, en el que encarna a un enfermo de sida, protagonizó otra de las transformaciones del año al adelgazar 26 kilos. Actualmente protagoniza la serie de HBO “True Detective” y tiene pendiente de estreno la próxima entrega de ciencia ficción de Christopher Nolan, “Interestelar”.
Esta es la lista de las mujeres que van por el Oscar en lo que respecta al rol protagónico. Blanchett corre con ventaja, pero ¿cómo desestimar a la eterna Meryl Streep o a la siempre brillante Judi Dench?
Meryl Streep: Pareciera imposible desbancar a Meryl Streep como la actriz más nominada en la historia del Oscar (18 en total). Y es que difícilmente alguna de sus actuaciones pasa desapercibida por la Academia de Hollywood. Después de haber alzado la estatuilla a la mejor actriz por tercera vez hace apenas dos años por “La dama de hierro” (la primera la había obtenido en 1980 como actriz secundaria por “Kramer vs Kramer” y la segunda en 1983 por “La decisión de Sofía”), la versátil Streep vuelve a competir por el máximo galardón de la industria del cine por “Agosto”, de John Wells. Allí, Streep interpreta a Violet, una cínica y vehemente matriarca de Oklahoma enferma de cáncer y adicta a las pastillas. En un registro más cercano a la exigente Miranda Priestly de “The Devil Wears Prada” que a la dulce Julia Child de “Julie &Julia”, Streep ha demostrado una vez más que es capaz de dar vida a todo tipo de mujeres. Incluso a aquellas que aún nadie había inventado.
Amy Adams: Esta bella pelirroja ya estuvo nominada cuatro veces al Oscar, todas ellas como actriz de reparto, y siempre se fue con las manos vacías. La primera por la joven embarazada de “Junebug”, en 2006, a la que le siguieron otras candidaturas por la temerosa monja de “La duda”, la novia del boxeador de “El luchador” y la devota esposa del fundador de la Cienciología de “The Master” el año pasado. Con su papel como Sydney Prosser, una ex stripper convertida en estafadora profesional, en “Escándalo americano”, Adams compite por primera vez como protagonista. Lejos de la angelical princesa de “Encantada”, el filme de los estudios Disney con el que duplicó su fama en 2007, derrocha sensualidad y talento en esta comedia ambientada en los años 70, en la que no hay casi escena en la que no luzca un escote hasta el ombligo. Este año, Adams rompió la racha con los Globos de Oro, a los que también había estado nominada cuatro veces, y se llevó el premio a la mejor actriz de comedia o musical.
Sandra Bullock: El Oscar que Bullock recogió en 2010 como mejor actriz por “The Blind Side”, donde interpretó a una madre de familia de clase acomodada que adoptaba a un adolescente afroamericano, marcó un antes y un después en su carrera. La otrora “reina de la comedia romántica” comenzó a ser tomada en serio, al punto que Alfonso Cuarón decidió encargarle protagonizar “Gravedad”. Un protagónico que es mucho más que una definición: Bullock está realmente sola en pantalla durante casi toda la película, salvo unas breves escenas con George Clooney. La actriz confesó que interpretar a la astronauta Ryan Stone, perdida en el espacio, fue una experiencia similar a trabajar en el Cirque du Soleil, ya que para filmar fue manipulada como una marioneta. Quizá el esfuerzo haya valido la pena. Por ahora, se fue con las manos vacías de los BAFTA, los Globos de Oro y los SAG.
Cate Blanchett: Con su frente amplia, sus pómulos marcados, su piel blanquísima y unos ojos azules como zafiros -además de un gran talento-, la australiana Cate Blanchett encarnó como ninguna a mujeres poderosas y distantes como la reina Isabel I de Inglaterra o la bella elfa Galadriel de “El señor de los anillos”. Ganadora de una estatuilla dorada como mejor actriz secundaria por “El aviador”, Blanchett brinda una actuación memorable en “Blue Jasmine”, de Woody Allen, donde interpreta a Jasmine, la ex esposa de un ricachón que ve como su universo de yates, mansiones y tés con amigas se desmorona cuando su marido va preso por estafa. Deprimida, maniática, siempre al borde de un ataque de nervios -aunque atemperada a base de alcohol y pastillas-, Jasmine habla sola mientras intenta rehacer su vida en casa de su hermana, generosa y algo ordinaria. Después de quedarse con el Globo de Oro a la mejor actriz de drama, el BAFTA y el SAG por su Jasmine, quizá haya llegado la hora de que Blanchett pueda sumar una estatuilla dorada a su repisa.
Judi Dench: Británica hasta la médula, hace dos años Judi Dench confesó que sufría de una enfermedad degenerativa de la vista que le impedía reconocer caras y leer sus guiones. A pesar de ello, Dench, que este año cumple 80, no piensa dejar de actuar, como dejó en claro con “Philomena”, en la que interpreta a una mujer que decide buscar al hijo que la obligaron a entregar las monjas unos 50 años antes, papel por el que está nominada por quinta vez a un Oscar como mejor actriz. Sin embargo, hasta ahora sólo se lo llevó como actriz secundaria por su reina Isabel I en “Shakespeare apasionado”, en 1999. Dench, cuya larga trayectoria incluye papeles como M, la jefa del MI6 en la saga de James Bond, no tuvo suerte con su querible “Philomena” en los Globos de Oro, los BAFTA y los SAG. Aunque quizá la Academia de Hollywood decida distinguirla no sólo por su talento, sino también por su perseverancia.
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