Julieta Venegas: “Es difícil ser madre soltera”

A los 42 años, la cantautora mexicana disfruta sola su maternidad

El martes sale su nuevo álbum, “Los momentos”, el más oscuro de su carrera. De paso por Buenos Aires, habla de drogas, violencia y soledad.

Julieta Venegas está sorprendida consigo misma: Los momentos es su primer disco desde que fue madre y, al contrario de lo que el sentido común indicaría, trae algunos nubarrones. “Uno pensaría en alegría, en canciones de niños... De hecho, estoy todo el tiempo escuchando Cri-Cri, que es como María Elena Walsh pero mexicano. Pero no sé, me salió oscuro”. Hay una explicación geopolítica (México se está de- sangrando por el narcotráfico), y una íntima (la maternidad le llegó sin compañero a la vista). Estamos en febrero; Venegas, que viene de dar un recital en Mar del Plata, bosteza con discreción: “Casi no dormí: mi hija me despertó a las 8”. Simona, de dos años y medio, la acompaña en las giras. “Tener un hijo te cambia todo. Todo. Desde la decisión de tocar menos para estar más con ella hasta cómo hice este disco”.

¿Por qué?

Primero, me tomó más tiempo. Antes me lo echaba en dos meses, porque me pasaba 24 horas al día leyendo, tocando el piano, escuchando mis sonidos. Ahora, con suerte, tenía una hora: si ella no estaba tranquila, yo tampoco. Me hice un estudio al lado de mi casa para grabar cerca de ella, así que grababa y paraba para dormirla, bañarla, darle de comer. Aunque construyas edificios o seas oficinista, después de tener un hijo la vida no puede seguir como si no hubiera pasado nada.

¿En qué momento estás?

Me ha tocado enfrentarme con mucho en los últimos años, reacomodar mi manera de ser y pensar. En las historias que cuento quiero profundizar eso, y el resultado es un disco más oscuro. Y México ha pasado unos años tan dificiles... No te puedes desconectar y decir seguimos igual . No es cierto: la imagen de México es diferente a la de hace siete años, incluso desde adentro. La gente sigue muriendo y se siente el peligro que hay alrededor, acechando. Dentro de México te acostumbras un poco y vas hacia adelante, pero es algo que no puedes obviar y desentenderte. Dices ¿cómo salimos de esto?

Además vos sos de Tijuana, una de las zonas más calientes.

Pues ahora es de las zonas más tranquilas, porque han empeorado tanto otras partes del país: Michoacán, Nuevo León, Sinaloa... Ahorita el DF es de los lugares más seguros. Sentí mucho todo esto cuando estaba escribiendo, por eso hay un par de canciones que tocan ese cambio que hay en el ambiente.

“Vuelve” trata de dar un mensaje optimista.

Cuando digo vuelve a mi ciudad es como vuelve a mi país.

Un día me escribió un amigo preguntándome si podía ir a Monterrey, porque le habían dicho que no. Se siente como cuando fue lo de la gripe A, que empezó en México y parecíamos apestados. Pero ahora es muerte, peligro.

Vuelve en realidad es triste, dice ven a ser testigo de esto, no nos dejes abandonados . Todos nos preguntamos cómo salimos de ésta y nadie tiene respuesta.

Una respuesta podría ser la legalización de las drogas.

Es una puerta que se tendría que abrir. Es muy difícil que se legalice en México si no se legaliza en los Estados Unidos: ellos son los que más consumen lo que se mueve en México. Debería haber un debate, y que por lo menos empiecen por la marihuana. Sería respetar a los ciudadanos como individuos: tú eres un ciudadano educado y no voy a decirte a ti lo quedes te puedes meterte o no . Una fase de Escohotado dice: “De mi cuerpo para adentro, mando yo”. Hay que terminar con ese paternalismo. La gente dice no, las drogas son malas . Hay que categorizar las drogas y empezar a discutir. ¿Por qué el alcohol es mejor que las drogas?

El video de “Tuve para dar”, la otra canción “social” del disco, transmite la violencia.

Lo que tratamos de transmitir es que estamos todos conectados; lo que le pasa al de al lado nos afecta mucho más de lo que pensamos. En México la gente no toma como propio lo que pasa. Dicen lo que pasa en Sinaloa es horrible . No, es lo que pasa en tu país, a tus paisanos, a los mexicanos.

La otra vertiente oscura del disco son las canciones de corazón roto. ¿A los 42 años los corazones se siguen rompiendo como en la adolescencia?

No, para nada. Ahora me cuestiono las relaciones de otra manera. Volvieron las historias atormentadas, como cuando empecé a escribir canciones, pero hace tres discos era más adolescente. Ahora tengo más sentido del humor.

Pero volviste a un tono menos alegre, previo a “Limón y sal”.

Sí, pero no es que haya regresado a mis primeros discos. Necesitaba contar estas historias, porque soy de no creer en las personas. Siempre me ha costado tener fe, estar firme. Que mi hija apareciera en mi vida en un sentido me estabilizó, pero no me respondió muchas preguntas.

El año pasado se supo que, al revés de lo usual, el musicólogo argentino Rodrigo García Prieto había iniciado acciones legales en México para que se lo reconociera como padre de Simona: en 2009 tuvo un romance con Venegas, pero la historia terminó mal y, por eso, la cantante inscribió a la beba con su propio apellido. “Es cierto que hay una demanda, pero prefiero no entrar en el tema, porque es muy complicado”, dice ella.

¿Cómo es ser madre soltera en una sociedad como la mexicana?

Te ven raro. O soy yo la que tiene ese prejuicio: la llevo a la escuela y estoy sola, salgo a pasearla y estoy sola. Yo misma digo ¿cómo llegué aquí?

Es difícil vivir la maternidad sin estar en pareja. Veo que la gente se reparte al hijo. Y es un apoyo que se necesita mucho durante el embarazo. Hay que estar con alguien, aunque sea un amigo. Es difícil ser madre, y más aun ser madre soltera.

Se supone que un hijo le da sentido a la vida: ¿está sobrevalorada la maternidad?

Le da sentido a la vida, pero si tienes broncas contigo mismo no te las va a resolver, tienes que resolverlas tú solo.

Una madre dijo: “Nadie te avisa lo difícil que es el posparto”.

¡Sí! El primer mes es el peor. Quedas muy vulnerable: te abriste para que saliera una persona. El parto es importantísimo y es un poderío que nos han quitado a las mujeres. Ahorita todas tienen miedo de parir, les hacen cesárea por cualquier motivo. Yo parí en mi casa y me sentí como una leona. Dije ya nadie me para . Es algo completamente emocional. A mí me protegió mucho mi familia; si no, me habría derrumbado.