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El actor asistió a un almuerzo familiar en Belgrano. Agradeció el cariño a quienes se preocuparon por su salud. Se lo vio con una dificultad en el cuello.
Joaquín Furriel sufrió un infarto isquémico sin daño cerebral cuando estaba en el aeropuerto de Ezeiza minutos después de que su vuelo proveniente de España aterrizara el pasado 26 de octubre.
El actor recibió el alta y se encuentra recuperándose favorablemente acompañado por sus amigos y familiares. El último fin de semana aprovechó para salir a almorzar y despejarse.
"Estoy bien, el susto ya pasó. Gracias a todos por la buena onda que me mandan", dijo el actor a la revista Caras de esta semana, publicación que aseguraba que Furriel mostraba un movimiento reducido del cuello.
Furriel fue a almorzar junto a familiares y amigos a "La Esperanza", un restó de cocina casera y natural ubicado en la calle Sucre al 1300, en el Bajo Belgrano, donde se ubicó en la terraza y permaneció cerca de dos horas.
"Un infarto cerebral isquémico es una condición que afecta al cerebro y los vasos sanguíneos que lo suministran. Puede comenzar repentinamente y desarrollarse de forma rápida. El paciente se encuentra estable y sin ningún daño o secuela que pueda impedirle su vida normal y cotidiana. Queremos llevar tranquilidad a partir de esta comunicación a su familia, amigos, conocidos", decía el parte médico del parte del sanatorio.
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