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El exlíder de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota se presentó nuevamente en la bonaerense ciudad de Tandil, ante poco más de 160 mil personas.
Dentro de las particularidades del evento, además de la masiva concurrencia de público, que, a esta altura, más que una excepción es una regla, estuvo el triste anuncio de la enfermedad que lo afecta desde hace tiempo: “Mr. Parkinson me anda pisando los talones, pero bueno, acá estoy. Esto es la vida, la vida es así”, explicó el Indio antes de dar comienzo al espectáculo.
Otra cuestión a destacar fue la lista de temas, buena parte de las cuales fueron filtradas en internet días antes del show.
La apertura con Nuestro Amo Juega al Esclavo dejó entrever como se desarrollaría el recital: una mezcla de emociones entre los viejos clásicos de los Redondos: Salando las heridas, Esto es todo amigos, Gran Lady, Cruz diablo, El arte del buen comer, Es hora de levantarse querido. Dormiste bien?. Rock para los dientes; y una buena selección de su variada experiencia musical como solista: Pedía siempre temas en la radio, Porco Rex, Charro Chino, Tatuaje, Ramas Desnudas, Adieu! Bye Bye! Aufwiedersehen, entre otros, en una presentación que duró dos horas y media.
Para el final, Ji Ji Ji colmó las ansias de esas 160 mil almas que se congregaron una vez más, como cada vez que Solari pone fecha, lugar y horario a la misa que reúne en un mismo a generaciones enteras de todos los rincones de nuestro país y hasta de nuestros vecinos latinoamericanos. Y hacia el fin la pregunta que revuelve la nostalgia siempre latente: ¿Habrá próxima vez?
Por el momento, Esto es todo amigos.
Juan José Storti |Edición Vera|
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