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Así lo confirmó el vicealcalde de la polaca ciudad de Walbrzych, poniendo fin a décadas de misterio alrededor del paradero del célebre tren, perdido durante la Segunda Guerra Mundial.
La historia se hizo famosa rápidamente y se transformó en una verdadera leyenda, con el correr de las décadas: un tren blindado, cargado con 300 toneladas de oro, armas y planos secretos de tecnología nuclear nazi, habría desaparecido entre la frontera de Polonia y la República Checa, hacia principios de 1945, cuando el avance del Ejército Rojo Soviético asfixiaba a las tropas alemanas.
Hoy, a 70 años de su desaparición, un equipo de cazadores de tesoros, conformado por un polaco y un alemán, anunció el hallazgo del mítico convoy nazi, de más de 150 metros de largo. Lograron su cometido mediante la implementación de sofisticadas tecnologías de rastreo subterráneo y una larga trayectoria en la búsqueda de tesoros perdidos. A cambio de brindar información precisa sobre su ubicación -aunque es sabido que se trata de una zona nunca antes excavada- los cazadores han reclamado el diez por ciento del valor del tesoro hallado.
Se cree que el tren fantasma contiene, además de cuantiosas riquezas, un amplio arsenal bélico, por lo que las autoridades deben tomar todo tipo de recaudos antes de comenzar a excavar. Si el tren fue encerrado en un túnel, como se especula, entonces podría existir una alta concentración de gas metano, con el consecuente riesgo de explosión.
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