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En el día de su cumpleaños, el papa Francisco reconoció un milagro por su intercesión; será canonizada el 4 de septiembre próximo
En el día de su cumpleaños 79, el papa Francisco decidió ratificar hoy el reconocimiento de un milagro atribuido a la madre Teresa de Calcuta, dando así el vía libre a la promulgación del decreto correspondiente y a su canonización, que probablemente será el 4 de septiembre próximo y marcará un hito en el año del Jubileo de la Misericordia. La fecha oficial será hecha pública en el próximo consistorio, reveló la vaticanista Stefania Falasca, del diario Avvenire, de la Conferencia Episcopal Italiana.
El milagro, que ya había tenido el visto bueno de obispos y cardenales hace unos días, tiene que ver con la curación instantánea y científicamente inexplicable de un brasileño de 35 años, oriundo de Santos, que padecía una gravísima patología cerebral. Durante una crisis terminal, el 9 de diciembre de 2008, la esposa del enfermo le pidió a sus familiares y amigos que le rezaran a la beata, de la que era devota: "Díganle a la madre Teresa que lo cure". Y así ocurrió. Estando ya en coma, el paciente entró al quirófano para ser sometido a una intervención. Pero por problemas técnicos, la operación debió postergarse de media hora. Cuando el cirujano volvió al quirófano, encontró al paciente sentado, despierto, asintomático que, perfectamente consciente, le preguntó: "¿Qué estoy haciendo aquí?". Algo científicamente inexplicable había ocurrido.
Bajita de estatura pero fuerte como una roca, Agnes Gonxha Bojaxhiu nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, entonces Albania y actual Macedonia. Murió el 5 de septiembre de 1997 en su amada Calcuta, India. Cuando se hizo religiosa tomó el nombre de Teresa y fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad, dedicadas al servicio de los más pobres entre los pobres. En 1979 ganó el premio Nobel de la Paz. Y fue beatificada en 2003 por Juan Pablo II
El papa Francisco siempre fue un gran admirador de la madre Teresa, a quien conoció durante un sínodo en 1994. Cuando viajó a Tirana en septiembre del año pasado, él mismo le contó al sacerdote que le hizo de intérprete que había quedado impresionado con el carácter determinado de la mujer. "Estaba sentada justo detrás mío durante las sesiones y admiré su fuerza, la decisión de sus intervenciones, sin dejarse impresionar por la asamblea de obispos. Decía lo que quería decir", dijo el papa Francisco, según contó durante una conferencia de prensa el padre Federico Lombardi, vocero del Vaticano. "Hubiera tenido miedo si hubiera sido mi superiora", también dijo, con humor el Papa, que no casualmente durante el día de su cumpleaños, con el reconocimiento de un milagro por su intercesión, allanó el camino para elevarla al honor de los altares.
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