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El organismo sanitario a nivel internacional asevera que se trata de "un hecho extraordinario" y llama a los 194 Estados miembros a tomar medidas. Ya son 961 los muertos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró ayer la expansión epidémica del ébola en varios países de Africa occidental como "una emergencia de salud pública internacional", al tiempo que cifró la cantidad de personas que se sospecha murieron a causa de la enfermedad en 961.
La decisión fue tomada por unanimidad por los expertos en virus y epidemias del Comité de Emergencias de la OMS tras dos días de análisis de la situación y comunicada por el organismo en Ginebra. Los especialistas de varias nacionalidades llegaron a la conclusión de que se trata de "un hecho extraordinario" que pone en peligro la salud de las personas en todo el mundo. Desde los países afectados en el oeste de Africa se registraron 29 casos de muerte más los días 5 y 6 de agosto, señaló la organización. Del total, 622 se atribuyeron sin duda a ese virus, mientras el resto se basan en sospechas.
La cifra de casos registrados en Liberia, Sierra Leona, Guinea (donde se inició el brote) y Nigeria sube también a 1.779, según las últimas cifras. Además, las autoridades de Arabia Saudí informaron ayer de la existencia de un segundo caso sospechoso de ébola en el país.
Todos los países están obligados a cooperar para frenar la epidemia en Africa y se les llama a hacerlo de forma urgente, afirmó en Ginebra la directora general de la OMS, Margaret Chan, en una conferencia de prensa.
Chan declaró que asume todas las recomendaciones del Comité de Emergencias y que por tanto se convierten en normas sanitarias vinculantes en todo el mundo.
"Estamos ante el brote más severo y complejo en cuatro décadas de historia de esta enfermedad", afirmó Chan, al dar una serie de recomendaciones a sus 194 países miembros.
La funcionaria señaló que hay que evitar por todos los medios que la enfermedad llegue a otras partes del mundo. Y por eso consideró que los países africanos afectados tienen que recibir ayuda urgente, tanto médica como de otro tipo. "Ellos no cuentan con las capacidades para hacer frente a un brote de este tamaño y complejidad", dijo Chan.
Entre las posibles medidas de la OMS están las cuarentenas, el cierre de fronteras o limitar el tráfico aéreo internacional.
Sin embargo, por el momento el Comité de Emergencias de la OMS no considera que haya que llegar tan lejos e imponer prohibiciones a los desplazamientos. Sí señala que es obligatorio que se informe a los viajeros sobre la situación del ébola y las medidas de protección.
Los pacientes con ébola sólo deben viajar en casos excepcionales, cuando no sea posible tratarlos in situ de manera adecuada.
Medida tardía. Por su parte, la organización Médicos sin Fronteras en Nueva York criticó ayer que la reacción lenta y vacilante de la comunidad internacional para combatir la epidemia del ébola en Africa Occidental "ha costado vidas".
"Declarar el ébola una emergencia sanitaria internacional muestra la seriedad con que la OMS se toma el brote, pero los comunicados no salvan vidas", dijo el jefe de operaciones Bart Janssens.
Mientras, la Comisión Europea anunció que los europeos no deberían preocuparse por una posible infección. El riesgo en Europa es "extremadamente bajo", aseguró el comisario de Salud, Tonio Borg, ayer en Bruselas.
Por su parte, el sacerdote español con ébola repatriado desde Liberia, Miguel Pajares, de 75 años, tiene "muchas esperanzas" en recuperarse, aseguró ayer en Madrid un portavoz de la orden de San Juan de Dios, a la que pertenece el religioso, tras la primera noche que el enfermo pasó en un hospital de la capital de España.
Es la tercera vez que los expertos en epidemias de la OMS declaran el estado de emergencia. Se hizo en mayo de este año por el brote de polio en Pakistán y en 2009 por la gripe aviar.
Prueban vacuna en enfermos
Dos estadounidenses que fueron trasladados desde Liberia contagiados por ébola continúan un tratamiento con un suero experimental en el hospital universitario de Emory, Estados Unidos. Se trata de Nancy Writebol y Kent Brantly, quienes tras recibir las primeras dosis del suero ZMapp experimentaron una significativa mejoría, en especial el último. Los expertos son cautelosos respecto a la efectividad y disponibilidad de la droga, dado que se desconocen sus efectos secundarios.
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