AGO
Estamos acostumbrados a recorrer el interior y regresar cargado de sensaciones...algún diálogo jugoso que nos haga ver cosas que antes no vimos, alguna experiencia con alumnos deseosos por progresar a pesar de las carencias, la inquietud de algún docente motivado por alguna razón especial o simplemente un proyecto escolar que intenta cambiar una realidad lugareña...
Todo forma parte del bagaje de experiencias que se nos agrega en cada gira por el interior de nuestro generoso departamento Vera.
Pero este viaje fue distinto, todo sucedió de manera espontánea cuando el secretario seccional Aldo Pighin ingresó al aula de Nivel Inicial de la Escuela 6077 de Espín, la maestra trabajaba con sus alumnos cuando irrumpió la visita y la pequeña Yaky salió del grupo corriendo y se trepó al cuello del dirigente, que respondió de la misma manera la sorpresiva efusividad de alguien que recién conocía...
Qué movió a Yaky para correr a los brazos de un desconocido? Por qué tanta alegría en su rostro? Por qué la fuerza como para demostrar aquello de que "es mío o yo lo vi primero"!
Sin dudas, que hay algo que diferencia a los docentes del resto de los trabajadores que seguramente realizan su tarea con cariño y empeño, amando lo que hacen...
Pero el maestro es diferente, es un privilegiado que cuando trabaja con amor es el único que recibe el pago en la misma moneda porque la materia prima que utiliza, lejos de ser inerte, tiene una mente para desarrollar y un corazón para amar...
La foto lo dice todo, los ojos reflejan el brillo de una mente en formación y los brazos son la expresión de su corazón...momento único, irrepetible e inolvidable para los dos...
Por algo los maestros forman parte de los mejores recuerdos de la infancia y por algo también los maestros recordamos tanto a nuestros alumnos...
Cuando pase el tiempo, la nena crecerá y el maestro ya no estará...pero quedará la foto y el mensaje seguirá vigente "nunca se olvida aquello que se enseña con amor".
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