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Omar Fiordelmondo se desempeña como director del Ballet Folklórico Nacional desde 2012 cuando ganó el concurso realizado por la Dirección Nacional de Artes. Además de haberse presentado como bailarín primero, y como director después, en los escenarios más importantes del país y del mundo, es fundador y director del Instituto El Cimarrón.
El Cimarrón nuclea a escuelas de danzas folklóricas, nativas y de tango de todo el país. En nuestra ciudad, Muna Munanky pertenece a ese prestigioso instituto del que Omar Fiordelmondo es director, es por ello que el viernes por la tarde visitó a los alumnos en la sede de los Obreros del Norte.
“Es una visita de revisión. Estamos viendo las danzas que los chicos aprenden durante el año. Gabriela y César (Lugo) me invitaron a venir a verlos. Yo estoy de paso, me estoy yendo a un festival competitivo en el Chaco donde estoy de jurado. Están bien, están muy preparados los chicos”, comentó sobre el motivo de su visita a Vera.
-¿Con qué materia prima se encuentra cuando le toca visitar el interior?
-Hay de todo. Hay gente que está trabajando con nosotros de hace muchos años. En el caso de los chicos (de Muna Munanky) que uno ya sabe que trabajan bien. Estoy inmensamente feliz de lo que veo en el país. Hay un movimiento silencioso que no sale en televisión, no se ve en los diarios. No se ve reflejado en las pantallas de los festivales más importantes.
No hay ningún pueblo en todo el país que no tenga una escuela de danzas, eso es realmente muy importante. A lo mejor no hay un maestro de piano, a lo mejor no hay coro, a lo mejor no hay nadie que enseñe un instrumento musical, pero seguro hay alguien que enseña las danzas. No se si dentro de una carrera pero si por lo menos la posibilidad de pasarle a los alumnos algunas danzas. A veces son las maestras de las escuelas, a veces es gente grande que le gustó bailar que aprendieron de sus abuelos y lo siguen enseñando y otras veces se hace de forma sistematizada, como están haciendo los chicos acá.
-¿Cree que ha habido un crecimiento en la agenda de las políticas públicas en cuanto a incorporar estas expresiones artísticas alternativas?
-Depende. Hay lugares donde se lo toma en cuenta. Lo ideal es que se pueda invertir en lo social y en lo cultural sin que una cosa altere la otra. Generalmente la cultura está siempre como la hermana menor que está esperando lo que sobra de lo social, entonces siempre es acción social primero. No lo veo mal, lo que veo mal es que no se dedique la misma cantidad que a Acción Social. No hay que descuidar la parte cultural.
Pero bueno, a veces las necesidades de un país o de una provincia hacen que se incline más para lo social. Igual creo que creciendo en lo cultural lo social se mejora mucho
-¿Hay posibilidades de articular el trabajo de la escuela Muna Munanky con su trabajo de director de Ballet Folklórico Nacional para traer otro tipo de espectáculos
-Nosotros en septiembre tenemos programado que vamos a en el teatro Vera de Corrientes. También vamos a estar en el domo del Chaco. Y por ahí estamos demasiado cerca, quién dice que podamos estar por esta zona de Santa Fe y hacer algo. Igual, seguramente por intermedio de César se comunicarán con nosotros y si hay lugar con gusto vamos a andar por la zona. Ojalá podamos venir a Vera, claro.
- Teniendo en cuenta que Muna Munanky es una escuela que viene con una trayectoria importante: ¿Qué tal encontró a los alumnos verenses, los nota comprometidos?
-Si, a parte conozco a los chicos. Si bien estoy como director del Ballet Folklórico hace 2 años, a ellos los conozco desde hace 10. Hay una amistad de antes. Trabajan bien, estamos en permanente contacto siempre. Hemos compartido escenario en diferentes lugares de la provincia y de otras provincias porque han viajado mucho. Así que estamos bien.
Queda abierta la esperanza a que la próxima visita de Omar sea acompañado de los miembros del Ballet Folklórico Nacional con un espectáculo que, según cuentan los que saben, no tiene desperdicio.
Juan José Storti |Edición Vera|
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