SEP
Durante la Sesión Ordinaria Nº 9, la Cámara de Senadores realizó un homenaje a cuatro instituciones de distintos lugares de la provincia, por brindar una labor destacable al servicio de la comunidad.
El homenaje fue impulsado por la Comisión de Relaciones Internacionales y Culto, presidida por el senador Felipe Michlig.
Las instituciones reconocidas fueron:
Centro de Día “Sin Fronteras”, del departamento San Cristóbal: El Centro de día Sin Fronteras para discapacitados severos y profundos se inauguró el 24 de junio del año 2.000, como iniciativa del Club de Leones de San Cristóbal. La institución fue creciendo con el aporte y servicio de voluntarios de distintas localidades del norte provincial, lo que permitió ampliar las instalaciones y los servicios prestados.
Hospice “La Piedad”, del departamento Las Colonias: El Hospice La Piedad fue inaugurado el 25 de marzo de 2010, a partir de una idea de la Hermana Dra. Alicia Félix, de la Congregación Misionera Siervas del Espíritu Santo.
El cuidado hospice brinda un servicio que mejora la calidad de vida de las personas con enfermedades terminales al abordar su sufrimiento físico, emocional y espiritual, y ayuda a las familias en un período de cambio significativo. El cuidado de la institución siempre afirma la vida y no acelera ni pospone la etapa final.
Asociación Civil “El Buen Samaritano”, del departamento General Obligado, San Justo y Vera: La Asociación Civil El Buen Samaritano fue fundada en 1998 en la ciudad de Malabrigo, a través del Padre Néstor Vera, impulsada por la diócesis de Reconquista.
Con el propósito de contener y rescatar de las adicciones a los jóvenes provenientes de distintas provincias del país, un grupo de voluntarios propone un cambio de recuperación mediante la conversión personal, a través de la oración y lectura de la biblia en constante aprendizaje de convivencia entre pares.
Asociación “La Fazenda de la Esperanza”, del departamento Las Colonias: Fazenda da Esperanza es una asociación de fieles reconocidas por la iglesia católica que trabaja en diversos campos sociales, especialmente en la recuperación de jóvenes adictas. Su tarea se centra en el trabajo como fuente de autoestima y de autosustento, y la vida en comunidad, respetando el espacio del prójimo, como instrumento de cambio de valores. Todo bajo la luz de la espeiritualidad del Evangelio como moral de principios, lo que lleva a un cambio de mentalidad y comportamiento.
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