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Así se podría calificar a Marquito, como le dicen en Vera que, radicado en Buenos Aires desde hace 14 años, alternando su condición de docente con la de cantor que incursionó por algún otro género, pero que siempre volvió a sus raíces folclóricas tal como lo demuestra su último disco “Soy cantor”
Con 8 canciones inéditas, algunas de su autoría más dos renovadas versiones de temas conocidos, uno de ellos con el acompañamiento de la voz de su esposa Maria Belén Arbelo.
“Sacar un disco implica mucho esfuerzo y una gran inversión, pero vale la pena apostar porque se trata de algo que uno hace con mucho amor y gran entusiasmo”, señala.
Marco Villasboas, considera su participación en “Cantando por un sueño” como “la oportunidad de haber conocido el fantástico mundo de la televisión, una experiencia maravillosa pero de un rédito relativo porque hay que seguir remando, convencido de que ninguna figura surgió de un reality”.
Este disco está siendo promocionado por todos los medios posibles, incluyendo las redes sociales y tiene la mirada puesta en Cosquín donde, a pesar de no subir al escenario, participará en las Peñas y brindará una conferencia de prensa en la sala oficial para entregar el CD a los medios “para que conozcan mi trabajo con la esperanza de que sirva de llave para abrir otras puertas que permitan una mayor proyección”.
Cosquín es el objetivo inmediato pero el futuro también se presenta promisorio ya que tiene una banda con la que hace presentaciones en vivo en espectáculos públicos y en fiesta privadas.
La consigna sería “mantener la calma para dar pasos seguros” estimulado por este presente que lo vive en plenitud con el afecto familiar y el reencuentro con sus amigos de siempre, los compañeros del colegio y el ambiente de una ciudad que lo recibió con el cálido sol norteño en un cielo tan infinito como los sueños que alimentan su vida ./Gentileza Manuel Mudry/
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