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Siguen sumándose las quejas y reclamos por la falta de atención en la oficina de PAMI en la ciudad de Vera.
Los afiliados que concurren por alguna necesidad se encuentran con la puerta cerrada y carteles que indican las restricciones aplicadas como consecuencia de la Pandemia, teléfonos que nunca contestan y correos que tampoco responden.
Otro hecho que señalan es que el único personal está de licencia y no hay reemplazante que atienda la demanda de los afiliados y familiares -de todo el departamento Vera- que requieren respuestas urgentes para la tramitación de credenciales o la atención asistencial de alguno profesional de salud, ni hablar si se pretende obtener una derivación a un centro de mayor complejidad.
Es lamentable que Vera siga padeciendo la falta de personal, algo que los afiliados vienen denunciando desde hace mucho tiempo ante la sordera de un Instituto cuyos directivos disfrutan de sus vacaciones, lejos de la empatía que deberían tener con quienes dicen defender y cuidar.
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