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El joven de 19 años falta de su hogar desde el 1º de septiembre, luego de protagonizar un accidente en una camioneta Ford Ranger perteneciente a la familia Petroli. El accidente tuvo lugar sobre la Ruta Provincia Nº 83-s, a unos 14 kilómetros de la comuna de Fortín Olmos y a unos 50 km al noroeste de la ciudad de Vera, pasando el paraje Santa Lucía.
Desde aquel primer martes de septiembre lo único que ha crecido es la desesperación y la incertidumbre de los familiares y amigos de Alejandro; y aunque numerosos funcionarios de distintas áreas del Estado han sido afectados en la tarea de recolectar información sobre el paradero de “Chiqui”, como se lo conocía al joven, hasta el momento todas las acciones realizadas han dado resultado negativo.
Luego de una semana de búsqueda y rastrillajes terrestres en los terrenos aledaños al accidente, una zona que mezcla cañadas, esteros y tramos de intenso monte que ha sido registrado exhaustivamente por las fuerzas policiales con la ayuda de perros adiestrados, de familiares y amigos de Alejandro y de campesinos y habitantes de los parajes circundantes.
Cumplida la primera semana de la desaparición, el martes 8, el gobierno provincial envió un helicóptero de refuerzo para realizar el rastrillaje aéreo que se llevó a cabo bajo las órdenes del subdirector provincial de Aeronáutica Alejandro Palacio y el subdirector de Protección Civil Zona Norte Daniel Chersich. Desafortunadamente todos los procedimientos arrojaron un resultado negativo.
Por el momento, el desenlace del caso Pizarro sigue siendo un misterio y cada vez son más los organismos afectados a su búsqueda: Martín Gauna Chapero está cargo de la investigación del Ministerio Público Fiscal, la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia ya inició una búsqueda y difusión a través de los medios de comunicación y la dotación de bomberos y policías de Vera y zona continúan con el, hasta el momento, muy arduo trabajo de dar con Alejandro.
Entrando en la segunda semana de búsqueda, las conjeturas que se abren sobre las posibilidades del caso son muchas, y los rumores aún más.
Algunas hipótesis apuntan a un estado de shock de Pizarro luego del accidente, es por ello que se han realizado los intensivos rastrillajes en la pasada primera semana en varios kilómetros a la redonda de donde se ocasionó el vuelco.
Otros testimonios no oficiales marcan que el joven se habría escapado de la escena por culpa o temor, tras haber volcado la camioneta de la familia Petroli. En caso que así fuera, restaría conocer cuál fue el medio que utilizó para alejarse del lugar.
Finalmente, las última de las acciones encomendadas por el fiscal fue el envío del celular de Alejandro para que sea peritado.
De la minuciosa inspección del terreno y del vehículo se desprendieron serios indicios que mantienen la esperanza de que el adolescente desaparecido siga con vida: 1) Según fuentes policiales, se encontraron trozos de la camioneta en la parte trasera de la misma que, al parecer, fueron cuidadosamente acomodadas luego del accidente. 2) El rastrillaje de los perros adiestrados llega hacia un determinado punto, a 400 mts. del lugar del hecho. Luego el rastro se desvanece. 3) De las pericias hechas al vehículo se desprende que el joven no habría quedado herido de gravedad.
Mientras tanto, familiares y amigos recorrieron los barrios de la ciudad de Vera, intentando recopilar algún dato que le permita dar con su paradero, hablando con los vecinos.
“Las hipótesis que se manejan son sólo intuiciones porque no hay rastros, no hay pistas específicas que conduzcan a tal lugar o a tal paraje. Se han hecho rastrillajes con perros y con helicópteros pero no tenemos una pista firme como para decir ‘empecemos por aca’. Son todas intuiciones”, decía el padre de Alejandro, Alcides Pizarro, en comunicación con la radio santafesina LT10 el pasado 9 de septiembre. Hoy, a dos semanas de la desaparición, la pregunta sigue la misma: ¿Qué pasó con Alejandro Pizarro?
Juan José Storti |Edición Vera|
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