Estas en: Nacionales » "Atacar la desnutrición no es darle una copa de leche a un chico y salir en la foto"
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Lo aseguró el pediatra, Albel Albino, de la Fundación CONIN. Según el experto, "combatir la desnutrición es mucho más arduo que combatir el hambre". "Vamos a salir de este problema cuando Gobierno, empresarios y la comunidad, trabajemos juntos", enfatizó
Todos los gobiernos aseguran que es una política de estado. Pero ninguno ha podido ponerle fin al problema de la desnutrición infantil en la Argentina. El doctor Abel Albino, titular de la Fundación CONIN, advirtió que la mala alimentación en los dos primeros años de vida trae daños irreparables para una sociedad..
El sueño de Albino de poner fin a la desnutrición infantil comenzó hace 21 años. "Nos propusimos quebrar la desnutrición en Argentina comenzando por Mendoza, y luego extendernos al resto de América latina. Y no pensamos llegar al África, y tampoco que íbamos a firmar un convenio con el Papa Francisco para extendernos al mundo", dijo.
El objetivo de su fundación y su equipo es evitar los principales daños de la mala nutrición en los primeros años de vida de los niños. Explicó que "el cerebro se cablea, y cada neurona (tenemos entre 100 mil a 140 mil millones en los 3 milímetros de espesor de la corteza cerebral) emite hasta 15 mil cables; si hay buena alimentación (50%) y buena estimulación (50%), si le damos una cucharita de leche y un beso a un chico, entonces tengo el cerebro cableado un 100%".
"El chico necesita alimento, pero no es un automóvil que le lleno el tanque y funciona. Los chicos necesitan amor, cariño, cobijo, que le canten, porque eso estimula la imaginación, exacerba su curiosidad y lo engancha con la vida", ejemplifico el médico.
LA BUENA ALIMENTACIÓN EN EL PRIMER AÑO DE VIDA MARCA LA SUERTE DE ESE INDIVIDUO
En tal sentido, resumió que ese cableado se produce en el primer año de vida. "Al nacer el cerebro pesa 35 gramos (6 monedas de un peso) y al año, tenemos entre 900 gramos y un kilo (150 monedas de un peso), y de adulto solo un kilo 200 gramos". "El gran crecimiento donde el chico forma el 80% del peso del cerebro, que va tener de adulto, está en el primer año de edad; por eso decimos que ese período marca la suerte de ese individuo, de ese pueblo, de esa nación, de ese sistema nervioso central".
En un reportaje con Tomás Bulat, en Radio El Mundo, Albino advirtió sobre las consecuencias gravísimas que provoca la mala nutrición en esa edad. "Lo que no se desarrolla en ese momento, no se recupera y el chico puede presentar problemas para aprender, leer, incluso, hasta problemas para integrarse socialmente".
A modo de ejemplo, el destacado pediatra utilizó las estaciones del año para alertar sobre el verdadero riesgo de esta situación: "La primavera del sistema nervioso central es el primer año, luego viene el verano, el otoño y el invierno, pero primavera ya no tendrá más".
El cráneo humano crece en el primer año de 35 centímetros al nacer y llega a 47 centímetros al primer año, lo que se traduce en un centímetro por mes. En el segundo, ese desarrollo es apenas de dos centímetros. "A los 18 meses de vida se cierra la fontanela anterior y el cráneo pasa a ser una unidad sellada; lo hecho, hecho está", insistió el especialista en este campo.
Por eso, el creador de desde la Fundación CONIN sostuvo que es "fundamental, si queremos realmente modificar algo, atacar el problema desde el embarazo y el primer año de vida; después las posibilidades de maniobra se acota mucho".
La desnutrición infantil está acompañada de otro dato alarmante que es la obesidad. Según el pediatra, "lo que nos falta no es comida, lo que nos falta es vergüenza".
"LO QUE NOS FALTA NO ES COMIDA, LO QUE NOS FALTA ES VERGÜENZA"
Según las estadísticas, se calcula que hay dos millones de niños con necesidades básicas insatisfechas. "No puede haber hambre en este país; no es un problema de comida", se quejó el médico.
Con años recorriendo el país, Albino comprobó que en las zonas donde el clima es cálido "siempre hay más pobres" y no así en el sur, donde "hay menos casos de pobreza porque las poblaciones no subsisten". "La peor situación se da en el norte, sobre todo en el noreste argentino", reveló.
"Uno tiene que disponerse a ver y va a ver pobreza, y disponerse a preocuparse y va a preocuparse; combatir el hambre no cuesta nada, pero combatir la desnutrición es un trabajo más arduo que le va a llevar una generación", enfatizó.
En tal sentido, Albino enumeró una serie de estrategias que se deberían aplicar para atacar la desnutrición. "El problema se soluciona si yo hago un abordaje integral de la problemática social que le da origen a la extrema pobreza: educación nutricional, educación para la salud, lactancia materna, jardín, estimulación temprana, escuelas de arte y oficios, lectoescritura para analfabetos alcoholismo etc; así se ataca la desnutrición", indicó.
Criticó a los políticos que creen que "darle una copa de leche, tocarle la cabecita y salir en la foto con un nene" es hacerle frente a este flagelo. Además, aseguró que "no siempre la obesidad es sinónimo de que comen bien o de mucha comida chatarra; la obesidad en la pobreza, generalmente es desnutrición crónica".
"COCINAR CON 100 PESOS ES FÁCIL, PERO COCINAR CON 1.50 PESOS ES UN DESAFÍO"
Dentro de la seria de compromisos con la causa, destacó también el trabajo de las empresas y las áreas de RSE (Responsabilidad Social Empresaria). Sin embargo, dijo que "cocinar con 100 pesos es fácil, pero cocinar con 1.50 pesos es un desafío".
"No todo es responsabilidad del gobierno. Vamos a salir de estos problemas cuando el gobierno, las empresas y la comunidad, todos trabajemos juntos. Si la Patria está enferma, dónde tienen que estar los hijos cuando la madre está enferma? Al lado de ella tratando de colaborar", resumió.
Finalmente, hizo hincapié en la necesidad de que "todos tengamos responsabilidad, no solo los empresarios, y todos juntos vamos a salir de esto, pero necesitamos ese compromiso".
El sueño de Albino de poner fin a la desnutrición infantil comenzó hace 21 años. "Nos propusimos quebrar la desnutrición en Argentina comenzando por Mendoza, y luego extendernos al resto de América latina. Y no pensamos llegar al África, y tampoco que íbamos a firmar un convenio con el Papa Francisco para extendernos al mundo", dijo.
El objetivo de su fundación y su equipo es evitar los principales daños de la mala nutrición en los primeros años de vida de los niños. Explicó que "el cerebro se cablea, y cada neurona (tenemos entre 100 mil a 140 mil millones en los 3 milímetros de espesor de la corteza cerebral) emite hasta 15 mil cables; si hay buena alimentación (50%) y buena estimulación (50%), si le damos una cucharita de leche y un beso a un chico, entonces tengo el cerebro cableado un 100%".
"El chico necesita alimento, pero no es un automóvil que le lleno el tanque y funciona. Los chicos necesitan amor, cariño, cobijo, que le canten, porque eso estimula la imaginación, exacerba su curiosidad y lo engancha con la vida", ejemplifico el médico.
LA BUENA ALIMENTACIÓN EN EL PRIMER AÑO DE VIDA MARCA LA SUERTE DE ESE INDIVIDUO
En tal sentido, resumió que ese cableado se produce en el primer año de vida. "Al nacer el cerebro pesa 35 gramos (6 monedas de un peso) y al año, tenemos entre 900 gramos y un kilo (150 monedas de un peso), y de adulto solo un kilo 200 gramos". "El gran crecimiento donde el chico forma el 80% del peso del cerebro, que va tener de adulto, está en el primer año de edad; por eso decimos que ese período marca la suerte de ese individuo, de ese pueblo, de esa nación, de ese sistema nervioso central".
En un reportaje con Tomás Bulat, en Radio El Mundo, Albino advirtió sobre las consecuencias gravísimas que provoca la mala nutrición en esa edad. "Lo que no se desarrolla en ese momento, no se recupera y el chico puede presentar problemas para aprender, leer, incluso, hasta problemas para integrarse socialmente".
A modo de ejemplo, el destacado pediatra utilizó las estaciones del año para alertar sobre el verdadero riesgo de esta situación: "La primavera del sistema nervioso central es el primer año, luego viene el verano, el otoño y el invierno, pero primavera ya no tendrá más".
El cráneo humano crece en el primer año de 35 centímetros al nacer y llega a 47 centímetros al primer año, lo que se traduce en un centímetro por mes. En el segundo, ese desarrollo es apenas de dos centímetros. "A los 18 meses de vida se cierra la fontanela anterior y el cráneo pasa a ser una unidad sellada; lo hecho, hecho está", insistió el especialista en este campo.
Por eso, el creador de desde la Fundación CONIN sostuvo que es "fundamental, si queremos realmente modificar algo, atacar el problema desde el embarazo y el primer año de vida; después las posibilidades de maniobra se acota mucho".
La desnutrición infantil está acompañada de otro dato alarmante que es la obesidad. Según el pediatra, "lo que nos falta no es comida, lo que nos falta es vergüenza".
"LO QUE NOS FALTA NO ES COMIDA, LO QUE NOS FALTA ES VERGÜENZA"
Según las estadísticas, se calcula que hay dos millones de niños con necesidades básicas insatisfechas. "No puede haber hambre en este país; no es un problema de comida", se quejó el médico.
Con años recorriendo el país, Albino comprobó que en las zonas donde el clima es cálido "siempre hay más pobres" y no así en el sur, donde "hay menos casos de pobreza porque las poblaciones no subsisten". "La peor situación se da en el norte, sobre todo en el noreste argentino", reveló.
"Uno tiene que disponerse a ver y va a ver pobreza, y disponerse a preocuparse y va a preocuparse; combatir el hambre no cuesta nada, pero combatir la desnutrición es un trabajo más arduo que le va a llevar una generación", enfatizó.
En tal sentido, Albino enumeró una serie de estrategias que se deberían aplicar para atacar la desnutrición. "El problema se soluciona si yo hago un abordaje integral de la problemática social que le da origen a la extrema pobreza: educación nutricional, educación para la salud, lactancia materna, jardín, estimulación temprana, escuelas de arte y oficios, lectoescritura para analfabetos alcoholismo etc; así se ataca la desnutrición", indicó.
Criticó a los políticos que creen que "darle una copa de leche, tocarle la cabecita y salir en la foto con un nene" es hacerle frente a este flagelo. Además, aseguró que "no siempre la obesidad es sinónimo de que comen bien o de mucha comida chatarra; la obesidad en la pobreza, generalmente es desnutrición crónica".
"COCINAR CON 100 PESOS ES FÁCIL, PERO COCINAR CON 1.50 PESOS ES UN DESAFÍO"
Dentro de la seria de compromisos con la causa, destacó también el trabajo de las empresas y las áreas de RSE (Responsabilidad Social Empresaria). Sin embargo, dijo que "cocinar con 100 pesos es fácil, pero cocinar con 1.50 pesos es un desafío".
"No todo es responsabilidad del gobierno. Vamos a salir de estos problemas cuando el gobierno, las empresas y la comunidad, todos trabajemos juntos. Si la Patria está enferma, dónde tienen que estar los hijos cuando la madre está enferma? Al lado de ella tratando de colaborar", resumió.
Finalmente, hizo hincapié en la necesidad de que "todos tengamos responsabilidad, no solo los empresarios, y todos juntos vamos a salir de esto, pero necesitamos ese compromiso".
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