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Admitió que lo haría “para defender la República”, por el avance oficial contra la Justicia. Solo meses antes había dicho "mi límite es Macri".
El líder del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, no descartó ayer una alianza con el PRO de Mauricio Macri para las próximas legislativas “si las cosas están complicadas” y hay que “defender la República” ante el avance del Gobierno nacional para “partidizar la Justicia”.
Al compartir una charla con el diputado Facundo Moyano en el marco de la Feria del Libro, Binner aseguró que “el límite” para definir acuerdos con otras fuerzas de cara a las elecciones de octubre “no es la salida personal o individual de un sector”.
El dirigente socialisto sostuvo que “todas las posibilidades tienen que ver con una Argentina futura. Si nosotros vemos que la Argentina cada vez va mas para atrás, tenemos que buscar defender una propuesta que simplifique la decisión de la gente y que pueda realmente construir mayor consenso y mayor acción para superar los problemas”. Aunque aclaró que “el FAP está trabajando para el FAP”.
En declaraciones a la agencia DyN, consultado sobre la posibilidad de crear un frente con el macrismo, Binner respondió: “Si las cosas están complicadas como fue en otros países, es necesario sumar para defender la República porque una de las grandes transgresiones que están haciendo hoy es nada menos que partidizar la Justicia y esto es absolutamente inconstitucional”.
Binner siempre ha manifestado que Macri representa un obstáculo ideológico para acuerdos electorales. De hecho, en 2011, el santafesino se negó a avanzar en las negociaciones con la UCR para ir con una única boleta en las presidenciales, cuando Ricardo Alfonsín selló su alianza en la provincia de Buenos Aires con Francisco de Narváez. Binner considera que Macri y De Narváez representan al mismo sector. Sus declaraciones de ayer podrían generar nuevos sacudones en el FAP, que acaba de sufrir cortocircuitos en la Capital. Un sector apoya la alianza con Pino Solanas y Elisa Carrió, otro arma con la UCR y un tercero no quiere ir ni con unos ni con otros.
Que ahora haya abierto la puerta al diálogo con el PRO podría tener que ver con la elección de consejeros de la Magistratrura que por la nueva ley K deberán hacerse junto a las elecciones legislativas. Algunas voces opositoras ya han advertido que todo el arco anti K tendría que unirse contra lo que consideran un atropello del Gobierno, por las restricciones para que los partiso presenten candidatos. Eso implicaría el armado de una lista conjunta para que el Gobierno no logre mayoría en el Consejo de la Magistratura. Se trata del organismo que selecciona a los jueces y cuya conformación –después de la aprobación de la reforma judicial– cambiará tras la próxima elección. Pero existe un problema: quienes quieran ir bajo un mismo paragüas deben ir en alianza en 18 de los 24 distritos. O presentar lista de consejeros suelta, sin el arrastre de los candidatos legislativos.
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