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La Federación Agraria Argentina (FAA) reclamó "progresividad" a los cambios en el impuesto inmobiliario rural contemplados en el proyecto de reforma tributaria provincial. Propuso, fundamentalmente, que los grandes propietarios rurales paguen alícuotas más altas que los medianos productores en concepto de adicional para propiedades de mayor superficie.
Durante una conferencia de prensa, el secretario gremial de FAA, Omar Príncipe, sentó posición frente al proyecto de reforma que, casi con seguridad, se tratará el jueves próximo en Diputados. La propuesta ingresada originalmente por el Poder Ejecutivo fue modificada sustancialmente por el Senado y, la semana pasada, diputados del kirchnerismo y el Frente Progresista lograron dar dictamen a un nuevo texto .
Las críticas federadas no apuntan al revalúo fiscal de los campos ni a la actualización de un impuesto visiblemente atrasado. Más bien, buscan reponer en el texto una propuesta que estaba en el proyecto original y que fue mochada en la Legislatura.
Adicional. Se trata del mecanismo de cálculo para aplicar el impuesto adicional a las grandes propiedades. La idea original era que lo pagaran los propietarios que reunían una superficie equivalente a más de cinco unidades económicas agrarias, la superficie mínima que hace sustentable al establecimiento productivo y varía según la región. La alícuota era del 50 por ciento para el escalón de entre 5 y 10 unidades, del 100 por ciento para el segmento de 10 a 15 y de 150 por ciento para el rango de entre 15 y 20 unidades.
Cuando dio media sanción a la reforma, el Senado bochó esa propuesta y estableció directamente un adicional del 50 por ciento a partir de un valor fiscal algo mayor a 600 mil pesos. Además eliminó la figura de la unidad económica agraria, un concepto que la FAA defendió históricamente. En el proyecto con dictamente de tres comisiones en Diputados, se rescató la unidad económica agraria y se elevó a 836 mil pesos el valor a partir del cual se aplicaría un adicional de 80 por ciento.
Príncipe alertó que por el revalúo fiscal del 120 por ciento, un chacarero con 150 hectáreas entraría en el rango a partir del cual pagaría el impuesto adicional. Y abonaría una alícuota del 80 por ciento, "la misma proporción que la empresa italiana que tiene 250 mil hectáreas en el norte de la provincia".
"Necesitamos un sistema tributario progresivo, que identifique a los grandes propietarios de tierras y que los diferencie de los pequeños y medianos chacareros", dijo.
Propuestas. Las propuestas de la FAA para que sean incorporadas al proyecto que tratará la Cámara de Diputados incluyen sostener la ley de unidad económica agraria, poner un tope del 50 por ciento para los pequeños productores que con la sumatoria de partidas catastrales no alcancen una unidad económica, solicitar que el impuesto adicional a los grandes propietarios sea en forma progresiva y escalonada en función a la cantidad de unidades económicas, y unificar partidas como un mecanismo que sirva para identificar grandes propietarios garantizando la progresividad y el cobro del adicional.
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