DIC
Comenzó este 7 de octubre, en la festividad de Nuestra Señora del Rosario, el Año Mariano Arquidiocesano en Rosario, Argentina, con motivo de los 250 años de presencia de la advocación en la ciudad argentina.
En su carta de convocación el arzobispo, Monseñor Eduardo Eliseo Martín, invitó a hacer “memoria agradecida del don de la Virgen del Rosario que dio nombre a la ciudad y a la arquidiócesis, y que la reconoce como su patrona y fundadora”. Un año - escribió aún el arzobispo - para hacer memoria y mantener vivas las raíces que hacen profunda nuestra identidad: Rosario, ciudad de María, nuestra arquidiócesis, arquidiócesis de María”.
Año de memoria agradecida
El Papa Francisco quiso hacerse presente en los inicios de este año mariano enviando un video mensaje en el que recordó que el próximo 3 de mayo de 2023 se cumplen 250 años de la llegada de la imagen de la Virgen del Rosario, proveniente de Cádiz, España.
Hace 250 años que se venera esta imagen de la Virgen del Rosario en la capilla edificada en los orígenes de la ciudad y que le dio su nombre; también el nombre a la Arquidiócesis. Con razón es llamada con el título de Patrona y Fundadora. Año de memoria agradecida es este, memoria agradecida para fortalecer nuestras raíces cristianas, vivir apasionadamente el presente y mirar con esperanza el futuro.
Ser instrumentos de paz
El Pontífice también habló del lema de este año: “Con María del Rosario, misionamos por la paz”; y subrayó, precisamente, esta última palabra: paz.
Ser instrumentos de paz. Llevar a Cristo, que es nuestra paz, a los corazones, a las familias y a toda la sociedad. Vivir en paz consigo mismo, en la familia, en el barrio y en la sociedad.
El contexto en el que se inserta este año, sin embargo, es el de la violencia: “en vez de estar en paz, - dice Francisco - vemos violencia por todos lados, violencia en la ciudad, inseguridad, y, en su mayoría, una violencia producida por el narcotráfico. “En lo que va de 2022, llevamos por 240 personas muertas por esta línea, con varias personas inocentes, niños, adultos y ancianos”. “La violencia es así”, lamenta.
Bajo el amparo de María las familias y las vocaciones
Por eso llama a poner bajo el amparo de María a las familias, “especialmente a las que padecen la pobreza, la indigencia, la falta de trabajo, a quienes padecen las adicciones en su seno”, teniendo presente que una persona que sufre “siempre lo hace en el seno de una familia”. Y también bajo el cuidado de la Madre de Dios, “las vocaciones”: vocaciones al matrimonio, a la vida consagrada y al sacerdocio.
Este tiene que ser un año para revalorizar el regalo de un Santuario Mariano en la arquidiócesis: la Iglesia Matriz, hoy Catedral y Basílica en honor a Nuestra Señora del Rosario. Queremos invitar a todas las parroquias, escuelas e instituciones a peregrinar al Santuario en busca de la gracia, donde se experimenta el amor de la Madre, la cercanía de Cristo y la misericordia del Padre, a través del sacramento de la Reconciliación y las indulgencias que la Iglesia nos ofrece.
Francisco concluye su mensaje con la esperanza de que este año mariano sea “un año en que la Iglesia sale al encuentro de todos con el corazón abierto, con corazón misionero”, y rezando para que la Virgen “los acompañe en este camino”.
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