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El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires aseguró que las autoridades policiales de la Capital deberían haber atendido los antecedentes de lo que sucedió el año pasado, cuando también hubo incidentes
"No se tendría que haber permitido que se haga. Estaba el antecedente del año pasado. Si quieren festejar, que vayan a la cancha de Boca", aseguró el ministro de seguridad bonaerense, Alejandro Granados, en diálogo con el periodista Luis Novaresio en radio La Red. De ese modo se refirió a los incidentes que se desataron ayer en la avenida 9 de julio durante varias horas en las que el centro fue tierra de nadie.
Simpatizantes de Boca que se convocaron para celebrar el Día del Hincha generaron destrozos, incidentes y algunos saqueos a comercios frente a la impericia de las autoridades policiales. Los incidentes comenzaron por la tarde y se extendieron hasta las primeras horas de la noche.
Si bien Granados no aclaró hacia quién estuvieron dirigidas sus críticas, la principal responsable de la seguridad en la Capital es la Policía Federal, cuya conducción política depende de la ministra Cecilia Rodríguez y el secretario Sergio Berni.
Esta mañana el centro amaneció con marquesinas y vidrios rotos, piedras, balas y marchas de una noche propia de otros años en donde la situación social y política del país era otra. Los comerciantes llegaron temprano con el objetivo de analizar las pérdidas y reponerse para volver a la actividad habitual de todos los días.
El 12 de diciembre de 2012 el centro porteño y el barrio de Constitución fueron tierra de nadie. En esa oportunidad, hinchas de Boca que festejaban su día sembraron el terror destrozando comercios y robando a quienes transitaban por la zona. Incluso atacaron el edificio de Canal 13. Un año más tarde –y pese al claro antecedente– la Policía pareció no tomar nota, el operativo fue un rotundo fracaso y los alrededores del Obelisco fueron un caos una vez más.
Cerca de las 17 de este jueves comenzaron a llegar los primeros simpatizantes boquenses, convocados en las redes sociales con el hashtag #FelizDiaDelHinchaXeneize. Cuando ya formaban un número importante, cortaron la circulación en Corrientes y 9 de Julio, ocasionando un verdadero caos vehicular en un horario complicado, el del regreso a casa. A esto se sumaban las personas que llegaban por las calles laterales y que también impedían el paso de los automóviles. La consecuencia: el tránsito colapsado.
Minutos más tarde, y mientras la mayoría de los negocios cerraban sus puertas por temor a lo que todos sabían que se venía, los manifestantes comenzaron a treparse a las marquesinas y techos de locales y casas ante la pasiva mirada de los policías que participaban del operativo. Incluso algunos se montaron sobre los semáforos. Uno de los comercios elegidos como eventual "tribuna" fue la casa de comidas rápidas Mc Donald´s, un "clásico" de los violentos, que saltaban e insultaban desde allí y también en balcones linderos.
Con la tensión en aumento, se registraron las primeras corridas y enfrentamientos. Como consecuencia de esto, al menos tres efectivos policiales sufrieron heridas por las botellas y piedras arrojadas por los manifestantes. Un camarógrafo de la señal de cable TNque registraba las acciones también se contó entre los heridos. Previamente, los delincuentes habían roto cámaras de seguridad del lugar para evitar quedar registrados.
El Metrobus también fue blanco de la violencia. Fue pintado con aerosol al igual que paredes de varias casas y comercios. Como corolario de los desmanes, un grupo de revoltosos que participaba de la manifestación retiró la bandera argentina de unos de los mástiles linderos al Obelisco y la reemplazó por la de Boca.
"Nunca quisimos hacer un festejo oficial porque se nos vuelve incontrolable, pero vamos a pensar en hacer algo el año que viene para que esto no pase mas", aseguró anoche el presidente xeneize, Daniel Angelici. Tarde. Un año tarde.
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