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El juez Thomas Griesa otorgó un “stay” al Citibank, permitiéndole a la entidad bancaria el pago de bonos argentinos denominados en dólares y bajo ley nacional, próximos a vencer el 30 de septiembre.
La orden, que no es aún definitiva, según aclaró el juez durante la audiencia, favorece parcialmente a la Argentina respecto de los pagos de los bonos del canje de fin de mes, ya que se acota el bloqueo sólo a bonos de legislación extranjera que se pagan a través del Bank of New York.
El magistrado dio a su vez 30 días para permitir la presentación de mayor información con el fin de determinar futuros pagos. Esta medida, estuvo particularmente dirigida al pedido de “discovery” concedido a los fondos buitre quienes buscan recabar más información, pero limitándolo a un mes para evitar alargar el proceso “cuando hay vencimientos de pagos” de intereses futuros, dijo.
"Esto tiene que ser concluido rápidamente", advirtió Griesa en una audiencia que duró casi dos horas y media y que contó con un cuarto intermedio casi al final del encuentro, en el que el magistrado se tomó 15 minutos para definir su decisión.
La medida cautelar (“stay” en inglés) para el pago del 30 de septiembre fue solicitada -curiosamente- a mitad de la audiencia por el abogado del fondo buitre Aurelius, Edward Friedman, cuando éste vio que el desarrollo de la audiencia comenzaba a dar indicios de que podría resultar en un fallo con la exclusión total de los bonos reestructurados denominados en dólares y bajo legislación argentina, tal lo pedido hoy por la representante del Citibank.
La letrada de la entidad bancaria, Karen Wagner, reiteró - ante una sala colmada de participantes – que los bonos en cuestión y bajo su poder, estaban excluidos de la decisión de Griesa del 23 de febrero de 2012 en la que determinó que si Argentina pagaba títulos reestructurados también debía abonar a los fondos buitre una suma cercana a los 1,3 mil millones de dólares.
Wagner señaló además que si los fondos buitre consideraban lo contrario, debían dejarlo por escrito en los expedientes; hecho que aún no ocurrió.
La abogada, consideró entonces que Griesa debía proceder con la confirmación de la exclusión de los bonos del Citibank, tal como había ocurrido hasta que a finales de julio permitió a la entidad un pago “por única vez” sentando confusión respecto a su propia orden inicial, y que luego, en tal caso, los demandantes presenten por escrito los motivos de su rechazo.
Por su parte, el abogado de los fondos buitre, Edward Friedman, buscó sostener la posición de sus defendidos que afirma que la interpretación dada por Griesa en su orden original de 2012, habla de “bonos reestructurados” siendo que también incluye a los del Citibank.
Luego de una larga ida y venida, y de por momentos áspero intercambio, entre Friedman y Griesa, el juez lo paró y le pidió que no genere “confusión” con el desglose sobre tipos de bonos y de cuándo y dónde habían sido emitidos.
“Soy el autor del mandato judicial y tengo una buena idea de lo que es”, afirmó en seco Griesa en uno de sus embates contra Friedman.
El magistrado, buscando dar por cerrada la discusión, aseguró entonces que los títulos mencionados en su fallo “son una clase de bonos particular” pagables “en Nueva York y sujetos a legislación de Nueva York”.
El juez de la Gran Manzana, reconoció que “se generó cierta confusión” con su decisión de permitir el pago “por única vez” y que por lo tanto quería “desahacerse” de dicha situación.
Griesa solicitó un cuarto intermedio para dedicarse a pensar su decisión y finalmente, al regreso del mismo, anunció que firmaba el documento presentado por los demandantes, el cual otorgaba: el “stay” al Citibank, que contemplaba sólo el 30 de septiembre y no futuros pagos; el pedido de discovery a los fondos buitre; y daba un marco de 30 días para el ingreso de nueva información.
“No he emitido un fallo hoy y no lo haré hasta que el expediente esté completo”, concluyó el magistrado, dando por finalizada la audiencia.
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