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La Real Academia fijó posición y expresó que "es el masculino el término que tiene todo". Sin embargo, fue más flexible con términos digitales.
En el "Libro de estilo de la lengua española según la norma panhispánica"-pensado para los escritores digitales en el que se abarcan desde variadas cuestiones gramaticales-, la Real Academia Española fijó su posición, entre otras cosas, sobre el uso del lenguaje inclusivo, rechazándolo y considerando innecesarias las expresiones "todos y todas", "todes", "tod@s" o "todoxs".
"En español, el género masculino, por ser el no marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos", comienza diciendo el texto. Además, insiste en que "no hay razón para pensar que este género gramatical excluye a las mujeres en tales situaciones", aunque de forma paralela se encarga de remarcar el carácter dinámico y evolutivo de la lengua según el uso.
"La cuestión del género es ahora recurrente debido al auge de la visibilización de la mujer y del feminismo, pero esto no quita que en castellano es el masculino el término que tiene todo", el coordinador del manual y director honorario de la RAE, Víctor García de la Concha.
También admitió las abreviaciones, como "tqm" (te quiero mucho). También recomienda poner un asterisco a continuación de una palabra mal escrita, para rectificar: "¿Bamos a comer?" *vamos.
Si queremos remarcar mucho algo (por ejemplo: ¡¡¡Hola!!!) vale repetir los signos, pero deben ser los mismos al principio que al final y no más de tres.
Para los emoticones, una recomendación totalmente alejada del uso diario: el libro de estilo plantea que entre emoticón y emoticón no se debe escribir coma, pero sí un espacio, y también un punto después de ese símbolo si está al final de la frase (pero no si el mensaje solo contiene un emoticón).
En la parte final del volumen, hay un glosario con recomendaciones como yutubero por youtuber, wasap, tuit o jáquer (sí, por hacker).
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