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Tras cinco días de huelga, la Unión Tranviarios Automotor firmó un acta al término de un encuentro de conciliación con el ministro Tomada, en la que se comprometió a regularizar el servicio "de forma inmediata".
La Unión Tranviarios Automotor (UTA) dispuso levantar el paro de choferes de micros de larga distancia tras cumplirse este lunes el quinto día de huelga y se comprometió a regularizar el servicio “en forma inmediata” al cabo de una extensa reunión en el Ministerio de Trabajo.
Así lo indicaron voceros de la cartera laboral, al término de un encuentro de conciliación encabezado por el ministro Carlos Tomada junto al secretario general de la UTA, Roberto Fernández, entre otros funcionarios nacionales y dirigentes gremiales.
Finalizada la reunión, el secretario de Prensa del gremio, Mario Calegari, dijo a la prensa que la UTA logró cerrar para este año una mejora de haberes del 18 por ciento para enero, febrero y marzo (es decir, retroactiva a comienzos de 2013), y del 23% a partir de abril, con el gobierno nacional como “garante” del acuerdo salarial.
Calegari sostuvo que el sindicato se comprometió a reanudar los servicios en “forma inmediata”, aunque reconoció que “va a llegar algunas horas” normalizarlo después de casi seis jornadas consecutivas de paro.
Más de 250 mil pasajeros seguían este lunes varados en terminales de transporte de todo el país, al cumplirse el quinto día de huelga de choferes de larga distancia, en medio de advertencias de despidos masivos y amenazas del Gobierno de sancionar a empresas y quitar la personería gremial a la UTA.
Tras una primera reunión en el Ministerio de Trabajo, los empresarios de la cámara de micros anunciaron que no hubo acuerdo y que el paro seguía.
Al mismo tiempo, advirtieron sobre la posibilidad de despedir entre 12 y 15 mil choferes, según afirmó Mario Verdaguer, titular de la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi), a la salida de la reunión en la cartera laboral.
Al cumplirse el quinto día del paro de choferes, la cartera laboral convocó a un encuentro de los empresarios y a la Unión Tranviarios Automotor (UTA), pero la negociación fracasó.
Sin embargo, horas más tarde, en un nuevo encuentro en la cartera laboral, que se prolongó durante unas tres horas, las partes llegaron a un acuerdo y se levantó la medida de fuerza.
En medio del conflicto, los pasajeros que quedaron varados en la terminal de micros de esta capital cortaron la avenida Antártida Argentina y denunciaron el “abuso” de remiseros y taxistas que cobran precios exorbitantes para trasladarlos.
Denunciaron “avivadas” de remiseros y otros transportes que les piden altas sumas de dinero para llevarlos a esos destinos que tienen pendientes.
Por otro lado, se quejaron porque desde la empresa dueña de la terminal les repartió “comida en mal estado”.
El gobierno aplicó sanciones a más de 500 empresas por no cumplir con el servicio y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, cuestionó la continuidad del paro, al señalar que “sectores sindicales y empresarios toman de rehenes a los pasajeros para volver al sistema de subsidios”.
“Hay un solo motivo por el que no se levanta el paro”, dijo el funcionario y, según un comunicado, señaló que “es porque existe ”complicidad de algunos sectores sindicales con empresarios para volver al sistema de subsidios“. .
Tomada recibió a la UTA y a los empresarios en un encuentro en el que también participaron el titular de la Secretaría de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, y su segundo, Edgardo Colombini, sin acordarse una solución al conflicto.
Tras otro encuentro por la tarde, Verdaguer confirmó que “el paro sigue” y admitió: “Pedimos un auxilio económico, sea subsidio de la manera que sea”.
“Uno no termina de entender cómo es posible que la UTA no haya levantado la medida cuando se les otorgaron los salarios que ellos peticionaban”, consideró el titular de la cartera laboral en declaraciones radiales, antes de ingresar a la reunión.
Agregó que “si están tan preocupados por la situación del sector, hubiese sido interesante buscar otros niveles de acuerdo salarial, en vez de exigir el mismo acuerdo que los otros sectores”.
Antes del encuentro, el gobierno había acusado a la patronal de llevar a cabo un lock out, al rechazar un aumento salarial del 23% para los choferes, según lo decidieron las autoridades el fin de semana.
Tomada atribuyó el rechazo al aumento salarial de la CELADI a que este sector patronal pretende que les sean restituidos los subsidios que antes otorgaba el Estado.
Por la noche, el propio ministro encabezó el encuentro en el que se logró destrabar el conflicto, después de que el gobierno se comprometiera a oficiar como “garante” del acuerdo salarial entre el gremio y los empresarios.
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