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Una multitud protestó en la Ciudad de Buenos Aires y en las principales capitales del país contra la reforma del Poder Judicial que impulsa el Gobierno. También hubo consignas en contra de la corrupción, la inseguridad y la re-reelección. Participaron dirigentes opositores
En lo que fue la tercera marcha masiva contra el Gobierno, tras las del 13 de septiembre y el 8 de noviembre de 2012, el denominado #18A movilizó a más de un millón de personas solo en la Ciudad de Buenos Aires, según cifras oficiales del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño.
Según los datos de la cartera encabezada por Guillermo Montenegro los lugares donde se registró mayor concentración de personas fueron: la Plaza de Mayo, el Obelisco, la Plaza de Los Dos Congresos, Diagonal Norte, Avenida de Mayo y 9 de Julio, Santa Fé y Callao, Callao y Corrientes, Callao y Córdoba, Belgrano y 9 de Julio, Santa Fé y Pueyrredón, Cabildo y Juramento, y Acoyte y Rivadavia.
Además, en la mayoría de los barrios de la Ciudad se registraron concentraciones masivas de vecinos. La convocatoria también se hizo sentir en el interior del país. Aunque Cristina Kirchner viajó a Perú para participar de la reunión de la Unasur por la crisis venezolana, cientos de personas con banderas y pancartas se manifestaron sobre la avenida Maipú, frente a la residencia presidencial, en la localidad bonaerense de Olivos. También hubo protestas en prácticamente todas las capitales provinciales, como Salta, Santa Fe y Córdoba. En La Plata hubo algunos incidentes ya que intentaron derribar las vallas frente a la Municipalidad.
Mientras las principales plazas del país se convertían en escenario de movilización de miles de personas, el Senado daba media sanción a la limitación a las medidas cautelares, una de las seis leyes con las que el Gobierno busca avanzar sobre la Justicia,
Aunque inicialmente la protesta fue convocada desde las redes sociales, casi todos los partidos de la oposición se sumaron y sus miembros marcharon junto a los manifestantes. Así se pudo ver, por ejemplo, dirigentes tan variados como el radicalRicardo Alfonsín, el legislador del PRO Sergio Bergman, el piquetero Raúl Castells o el sindicalista Gerónimo Venegas. El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri,publicó en su cuenta de Twitter los lugares de concentración, pero no estuvo en la Plaza de Mayo.
Entre banderas de Argentina y cacerolas, las consignas que se vieron en los carteles de los manifestantes fueron variadas. “La Justicia no se toca”, “Juicio y castigo a los responsables de la corrupción”, “Fuera Kretina”, “La Constitución no se viola”, “82% móvil”, “Más trabajo para los argentinos”, “Basta de comprar votos extranjeros” y“Queremos una oposición unida”, fueron algunas de las frases que su pudieron leer.
En las redes sociales, el 18A fue la estrella. En Twitter se dio una suerte de competencia entre los hashtags #18ATodosALaCalle y #VotoVenceCacerola, que fueron los trending topic del día.
En el medio, la Presidente escribió casi 20 tuits, aunque ninguno se refirió al 18A. Yhackers argentinos interrumpieron el funcionamiento de más de 160 sitios oficiales, pero no se limitaron a las localidades gobernadas por el oficialismo e incluyeron, por ejemplo, a Córdoba o la Ciudad de Buenos Aires.
Las consecuencias del 18A no se pueden medir aún. Lo cierto es que junto al 13S y el 8N fue la tercera marcha multitudinaria contra el Gobierno kirchnerista y algunas voces dentro del oficialismo ya se hicieron sentir, como la del intelectual de Carta Abierta Horacio González, quien sostuvo que es “necesario” que el gobierno "preste atención" al reclamo.
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