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Los futuros a noviembre quedaron en 429 dólares, nuevo mínimo desde enero de 2012. La oleaginosa está u$s 104 por debajo del precio que el Gobierno proyectó para 2013. Si al valor de hoy se vende toda la soja que queda, ingresarían u$s 2.200 millones menos.
La soja no logra cortar la racha negativa que arrancó hace dos semanas. Los contratos más activos en Chicago, con entrega en noviembre, cerraron en u$s 429 por tonelada, un nuevo piso para los últimos 18 meses de operaciones.
Desde el 16 de julio último, cuando la posición noviembre cotizó a u$s 476 la tonelada, la oleaginosa resignó 10% de su valor, la mayor parte de la baja concentrada en las últimas dos semanas. Desde entonces, el poroto no para de marcar nuevos mínimos en un año y medio, ayer por primera vez se terminó por debajo de u$s 430 por tonelada. Durante la rueda, la soja tocó el mínimo desde el 17 de enero de 2012, al cotizar a u$s 428 por tonelada. En lo que va de 2013, la oleaginosa perdió 17% de su valor.
Anoche, la rueda continua ensayaba un cambio mínimo de tendencia y al cierre de esta edición, los futuros de la soja a noviembre se negociaban a u$s 430 por tonelada.
Con este nivel de precios, las alertas para la economía local son cada vez más intensas. El cierre de Chicago, que registró la tercera caída en cuatro ruedas de operación dejó a la soja 20%, o u$s 104 por debajo, del valor que el Gobierno había estimado, en el Presupuesto, tendría la oleaginosa durante 2013.
Hasta el 31 de julio último, la exportación e industria habían comprado 28,6 millones de toneladas de soja, con lo que los productores todavía retienen unas 21 millones de toneladas.
Así, si ese volumen de soja se vendiera a los precios actuales, ingresarían al país u$s 2.185 millones menos por la caída de 20% entre el valor presupuestado por el Gobierno y la cotización internacional (u$s 11.172 millones valdrían lo que retienen los sojeros a precio presupuestado y u$s 8.988 millones es lo que vale al precio de cierre de ayer).
La nueva retracción de la oleaginosa obedece a especulaciones en torno a que el clima en Estados Unidos, más húmedo y fresco que en otros agostos, ayudará a que los rendimientos de los cultivos sean mejores de los esperados, y que el país norteamericano (principal productor y exportador sojero) termine batiendo récords de producción, en un mundo con una demanda sostenida pero que también tiene expectativas de que la próxima cosecha en América del sur, que comenzará a sembrarse en septiembre y octubre, para el caso de la Argentina, deje volúmenes históricos si el clima acompaña.
De acuerdo a lo informado por el Departamento de Agricultura estadounidense (Usda), el 64% de la soja sembrada está en condiciones buenas a excelentes, mejorando semana tras semana. El lunes se conocerá el informe mensual de oferta y demanda global de la oleaginosa del Usda, en el que se esperan precisiones sobre lo que se estima será una cosecha récord estadounidense y las primeras aproximaciones a lo que puede esperarse en América del Sur. De momento se cree que Brasil puede incrementar hasta 10% su producción sojera en 2013/14 y para la Argentina las proyecciones indican una campaña entre 50 y 53 millones de toneladas.
Las bajas en Chicago también llegaron al maíz, también por previsiones de supercosecha norteamericana. El grano cerró a u$s 179 por tonelada, el menor precio desde octubre de 2010. En el mes, el cereal perdió 6,3%, una caída extendida que no se registraba desde 1996.
A nivel local, la soja mayo 2014 en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) retrocedió 0,8% y terminó en u$s 272,2 por tonelada. La oleaginosa de la nueva campaña, que aún no registra operaciones de relevancia, acumuló una merma de 4,3% en apenas una semana.
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