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Hace tiempo, vemos y escuchamos que es intención del gobernador reformar la Constitución provincial, pero, salvo su reelección, no se ha profundizado en cuanto a otros temas se pretende modificar. Lifschitz, aduce que todos los partidos están de acuerdo con la reforma, sin embargo, a la hora de concretar lo mueven intereses políticos.
Lamentablemente debemos resaltar que fue el propio gobernador quien inició el juego de intereses al proponer una reforma con el pedido expreso de incluir la reelección sin limitación alguna, en otras palabras su propia reelección. Aunque, meses atrás juró respetar y hacer respetar una constitución que no daría posibilidades a los gobernadores de acceder a un nuevo mandato.
Desde nuestro espacio, creemos correcto que los funcionarios que juran por la Constitución deben cumplirla a rajatablas. Entendemos que para modificar nuestra Carta Magna es necesario un proceso de diálogo y discusión seria y exhaustiva, de la cual participen todos los partidos políticos, instituciones, asociaciones y miembros de la comunidad organizada a los fines de lograr una reforma profunda, duradera y eficaz.
La Constitución como ley de leyes es la que articula los derechos, deberes y obligaciones de todos los ciudadanos, de las mayorías y minorías, y da las pautas organizativas estructurales de los poderes del Estado.
Por lo tanto, para reformarla es necesario escuchar todas las voces e intentar compatibilizar todos los planteos, para lograr la amplitud que dicho instrumento requiere.
En este sentido, no resultará exitoso imponer criterios o elaborar un bosquejo para querer aprobar, sin el debido proceso de discusión y enriquecimiento, más allá de la mayoría legislativa circunstancial.
Es cierto que, éste gobierno provincial del FPCyS propuso la reforma a pocos meses de iniciado su mandato, sin embargo, solo realizó ruedas de charlas con partidos con representación parlamentaria, en los cuales solo se dedicó a escuchar, pero no solicitó propuestas serias y por escrito sobre los posibles temas a reformar, para luego lanzar una plataforma digital a la que cualquiera pudiese aportar propuestas.
Existen diversas formas de iniciar discusiones serias para llegar a una propuesta también seria de una Reforma.En primer término, hay que identificar que partes de la Constitución se pretende modificar, para luego obtener propuestas de cómo hacerlo y que institutos incorporar.
Nuestro partido del Progreso Social, viene trabajando sobre propuestas de Reformas Constitucionales desde el año 1996, entiende que esta oportunidad debe ser aprovechada no solo para incorporar las reformas que se adecuen a la Constitución Nacional luego de su reforma de 1994, sino también se debe aprovechar para discutir reformas en todos los poderes del Estado (Legislativo, Judicial y Ejecutivo) que nos permitan tener una gestión más eficiente y controlada.
Pero nada de esto siquiera se ha insinuado, solo se habla de la reelección y la autonomía municipal, tratando de trasladar lisa y llanamente preceptos sin discutir siquiera si realmente estamos de acuerdo con ellos.
Es cierto que el único cargo que no permite reelección es el de gobernador, pero ¿realmente estamos de acuerdo con la reelección indefinida del resto de los cargos electivos, o debemos darnos una discusión seria sobre cuáles son las pautas que más benefician al funcionamiento de nuestra democracia?
Insistimos, en la necesidad de reformar la Constitución Provincial, pero no estamos de acuerdo con que la misma se haga por un proceso apurado para satisfacer las necesidades de unos pocos. Para ello, necesitamos dar lugar a una larga discusión que nos permita construir los consensos necesarios que indiquen una madurez política de nuestra sociedad.
Por todo ello, es necesario crear espacios en los cuales se discuta seriamente los puntos a reformar y cómo hacerlo. Para lo cual, hay que despojarse de intereses personales y sectoriales y actuar con grandeza y humildad.
FOTO: Alicia Cavallero (Presidenta - Junta Ejecutiva - Partido Progreso Social)
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