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Es un ramal secundario del troncal del NEA y sería a fines de noviembre. El trazado arranca en el cruce de las rutas 11 y 62, y luego pasa por Emilia, María Luisa, La Pelada, Elisa, San Cristóbal, Arrufó, Hersilia, Ceres y Tostado. El gobierno santafesino financiará parte de las conexiones domiciliarias.
Es un tema sensible para todo el norte provincial. La ciudadanía se frustra fácil con estos anuncios de obras que, normalmente, se extienden en el tiempo. Las redes de cloacas y de agua potable en aquellos pueblos y ciudades que aún no las tienen, significan un requerimiento básico. Pero desde que se anunció que del Gasoducto del Noreste Argentino se desprenderían varios ramales secundarios (y están en estudio algunos trazados terciarios), las localidades involucradas incrementaron sus expectativas.
Extraoficialmente se maneja la fecha tentativa de finales de noviembre para que se inyecte gas por el ducto que comienza en el cruce de las rutas 11 y 62, pasa por Emilia (Dpto. La Capital) y baja hasta la 4, dobla al norte pasando por María Luisa, La Pelada y Elisa (Dpto. Las Colonias) hasta San Cristóbal (cabecera del departamento homónimo), va hasta Arrufó, donde hay un puesto de control, y de allí sigue por la 34 hasta Ceres para terminar en ruta 2 a la altura de la ciudad de Tostado.
Ayer se esperaba en la capital de la provincia a uno de los directivos del Gnea para establecer una fecha tentativa de inauguración, teniendo en cuenta los avances de la obra. Su ausencia no sólo sorprendió a las autoridades de la Secretaría de Energía de la provincia, sino que postergó esa confirmación. De todos modos, las versiones apuntan a que será antes de fin de año cuando empiece a pasar el gas por ese ramal.
“No lo podemos confirmar, de hecho aguardamos las novedades de Nación. Pero todo indica que la inauguración será en breve”, dijeron ayer a este medio desde un área específica -abocada al seguimiento de los trabajos- del gobierno santafesino.
“Es un hecho”
Felipe Michlig, senador por el departamento San Cristóbal, confirmó la proximidad del paso del gas por los pueblos y ciudades involucrados en este ramal secundario del Gnea.
—¿En qué situación se encuentra hoy la obra del gas, puntualmente del ramal secundario del Gnea que pasa por el departamento y llega hasta Tostado?
—La llegada del gas es como sucedió en su momento con el arribo de los ferrocarriles, las rutas pavimentadas o la electricidad. Se trata de una obra que permitirá un desarrollo tal que nos igualará en cuanto a las posibilidades con otras regiones. Respecto del ramal que baja del Gnea, que pasa por San Cristóbal, pasa luego por Arrufó, Hersilia, Ceres y de ahí hasta Tostado, recientemente recorrimos junto a Verónica Geese, la secretaria de Energía de la provincia, la planta de separación, odorización, regulación y medición que se está construyendo en Arrufó. Los que están a cargo de la obra dicen que a fines de noviembre se tendría que estar inyectando gas al gasoducto. De este modo, en un mes más el gas llegaría a Tostado. Se trata del ramal que nace en el cruce de la ruta 11 y la 62, que baja por Emilia y sigue luego por María Luisa, en ruta 4.
—¿Sabe si hubo ya algún tipo de prueba al respecto?
—Sí, ellos tienen una especie de robot, el cual va detectando si hay alguna falla o demás. Hay cuatro localidades en nuestro departamento que tendrían gas en la modalidad citygate (puerta de ciudad): San Cristóbal, Arrufó, Hersilia y Ceres. Pero también estamos trabajando en lo que serán las redes de distribución domiciliaria en esas localidades. Asimismo, nos abocamos en tratar de incorporar al gasoducto al suroeste departamental: Villa Trinidad, San Guillermo, Suardi y Colonia Rosa (sería un ramal terciario, partiendo desde Arrufó), un sector muy productivo de la provincia. Con el presupuesto de 2017, tenemos una partida específica de casi 30 millones pesos para encarar esta obra.
Especificaciones y preocupaciones
Una fuente oficial explicó que la red troncal (une Vera y Sauce Viejo) baja con 24 pulgadas -60,96 centímetros-, mientras que la separación en Emilia hasta Tostado tendrá 8 pulgadas -20,32 centímetros-. “Son 90 kg de máxima presión, con estaciones compresoras”, precisó.
Para los municipios y comunas, el objetivo ahora pasará por apurar la concreción de la distribución interna del gas en los domicilios. En algunos casos, ya se armó el proyecto ejecutivo -con asesoramiento de la Secretaría de Energía de la provincia-, pero lo que preocupa es la financiación.
En el caso de San Cristóbal, desde el municipio confirmaron que “están tramitando la financiación de la obra de distribución domiciliaria del gas ante Nación. Nosotros ya tenemos el proyecto aprobado por la Secretaría de Energía de la provincia, por Litoral Gas y por Enarsa. De hecho, una cooperativa de la zona haría los trabajos, con la cual ya tenemos hablado”, adelantó el funcionario sancristobalense. Y estimó: “Según pudimos analizar, llevaría un año para resolver toda la red interna de la ciudad”.
Las cartas están echadas. El gas demorará, de acuerdo a las versiones que surgieron de autoridades de la Nación, de la provincia y de la contratista encargada del tendido del gasoducto, un poco menos de lo que uno podría llegar a imaginarse.
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