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“En vez de ayudarnos nos rematan”, le dice a Campolitoral Alcides, tambero con más de 50 años de trabajo en la zona de Suardi.
La cédula la envió el Juzgado Federal de Reconquista, anoticiando al productor que el próximo 6 de abril saldrá a subasta una máquina de moler rollos que adquirió hace 5 años con un crédito prendario que no pudo terminar de pagar por el actual escenario de quebranto de la actividad.
"Esto es el principio del fin de muchos productores de la zona”, agrega. “Acá, el 90 % de los productores está con problemas, y en lugar de darnos una mano me la secuestran y la mandan a remate”.
Alcides está cobrando $ 2.58 por cada litro de leche que produce, lo que le causa una pérdida de $ 1.20 a 1.50 por día. “Equivalen a $ 5.000 de pérdida por día. En la zona estamos todos igual, toda la cuenca está perdiendo $ 1 millón 400 mil por día de trabajo”, agrega.
En la zona de Colonia Oscuridad subsisten unos 70 tambos, y la mayoría le entrega la leche a la empresa Verónica. De ese total, un 10 % -entre ellos Alcides- todavía no cobró el subsidio de 40 centavos, aunque saben que se trata de un aliciente y no una solución de fondo.
“No sabemos qué hacer, capaz dejemos un tambo. En toda la década ganada, perdimos 10 millones de pesos. Los créditos no nos sirven, ya que no podés pagar nada”, explica, y agrega que el establecimiento sobrevive gracias a la venta de grano, el que subsidia un tambo altamente derficitario. “Ya no puedo pagar las deudas, prácticamente voy a tener que vender un campo para pagar, y tengo 50 años de laburo”.
Alcides explica que la subsecretaría de lechería le prometió que la semana que viene van a llegar los subsidios, “pero no hacemos nada con esos 70 mil pesos”.
Finalmente, reclama volver a la vieja distribución de la cadena, donde el 33 % quedaba para la producción, el 33 para la industria y el 33 restante para el comercio. “Los tamberos estamos el 16 %, y no la quieren ver”, se lamentó.
“Necesitamos un precio de 3.50 sólo para salir derechos. En la zona de Selva a Morteros van a desaparecer unos 100 tambos. El que no pudo comprar grano o sembrar alfalfa ya no le fía más nadie. Ese tipo no tiene más solución. Acá se habla de 6.000 vientres que se perdieron. Esto va a ser un desastre, nunca lo vi. Se habla que en septiembre la leche va a bajar todavía más”, analizó con pesimismo.
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