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Se confirmó luego de que uno de los aparatos saliera de servicio tras un aterrizaje de emergencia. En ese caso se trató, según las pericias, de un trozo de tela que ingresó y afectó un motor. Pero por distintos motivos, ninguna de las otras aeronaves del Estado santafesino están en condiciones de volar
Uno de los helicópteros que tiene la provincia destinados a la seguridad hizo un aterrizaje de emergencia el último miércoles por la mañana. Los pilotos estuvieron a salvo y no fue una desgracia por suerte. Las pericias determinaron que algo del exterior ingresó al aparato y afectó un motor. Pero el hecho puso al descubierto la realidad de la flota aérea del Estado santafesino: ninguna de las cuatro aeronaves que posee funciona actualmente.
El citado episodio sucedió en en el aeropuerto de Sauce Viejo cuando la máquina ya había levantado una altura de 300 metros, se plantó el motor y debió aterrizar en una zona rural.
Se trata del helicóptero alemán Bolkow BO 105 CBS, Matricula LQZHO, que fue adquirido en agosto del año pasado, y estaba comandado por el piloto Rafael Cornejo y el copiloto Rodrigo Santillán
La Junta Nacional de Accidentes inició de inmediato una inspección para determinar las causas del incidente y determinó que “no fue una falla (mecánica)” sino que se debió a “la ingesta de un trozo de género”, según detalló este jueves en Radio 2 Fernando Scabuso, jefe de la Brigada Aérea Policial de Santa Fe
En rigor, explicó en el programa La primera de la tarde, fue un pedazo de tela que estaba en el aire y se introdujo en el mecanismo del helicóptero. Creen que pudo haber estado suelta en el entorno del despegue y ser elevada por el mismo viento producido por la hélice.
Si bien reconoció que se trata de un siniestro “poco habitual”, la autoridad policial descartó la hipótesis de un sabotaje.
Problema repetido
No es la primera vez que ese helicóptero y el otro que tiene el gobierno destinados a la seguridad tienen problemas. Según fuentes del propio gobierno santafesino, ambas máquinas ya tienen reportados 16 inconvenientes que podrían haber provocado un accidente. Y 23 novedades menores en 160 horas de vuelo que llevan registradas desde que fueron compradas por la gestión de Antonio Bonfatti.
El Bolkow 105 tiene antecedentes como una pérdida de aceite que obligó a un forzado descenso en la ciudad bonaerense de Zárate, problemas eléctricos en pleno vuelo como por ejemplo que se encendieran las alarmas y lo obligaron a bajar, vibraciones en los pedales, o inconvenientes en el paquete hidráulico.
El otro Bolkow (Matrícula LQGBQ) también quedó fuera de servicio la semana pasada cuando después de dos explosiones en el aire tuvo que aterrizar en Rosario.
Los dos helicópteros destinados a la seguridad fueron adquiridos el año pasado y desde agosto y diciembre respectivamente están a disposición de la Policía. La compra se hizo mediante una licitación y costó 2.578.000 de dólares.
El Bolkow 150 es una unidad tipo liviano, de origen alemán, multipropósito, bimotor y con capacidad para realizar misiones de patrullaje sobre zonas densamente pobladas y evacuación sanitaria.
Según publicó el gobierno provincial el 19 de agosto de 2015, "este helicóptero es usado, modelo 1990, y el proveedor debió adecuar todos sus componentes para garantizar una durabilidad mínima de 500 horas. Siendo la cantidad de horas totales voladas por esta nave de 3.200, garantizando una vida útil por delante de más de 10 mil horas".
"La situación es bastante crítica. Se trata de un excelente helicóptero pero lleno de problemas. Vino bastante baqueteado y esa turbina debe haber tenido unas 12 mil horas de vuelo antes de ser comprado. Hasta ayer ingresaba cada 15 días al taller", describió con crudeza una fuente calificada del gobierno.
Los pilotos comentan que el año pasado no fueron consultados antes de decidir la inversión y hoy es preferible que "los vendan a ambos y compren uno nuevo".
Sin helicópteros
Hoy ninguno de los cuatro helicópteros que tiene la provincia funcionan, confirmó también Scabuso. Además de los dos de seguridad que debieron salir de servicio, las otras dos máquinas también están sin volar.
El Bell 429 que usa el gobernador está parado por un mantenimiento programado.
Y el más viejo, el Stylo B-2, está detenido en Buenos Aires a la espera de un repuesto que debe llegar desde el exterior.
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