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El desembarco de dos mil efectivos de las fuerzas nacionales en Rosario será por un tiempo limitado, mientras se pone en marcha una transición en la Policía santafesina, que tendrá como ejes principales la preparación de la Policía Comunitaria, que será capacitada bajo los lineamientos de una fuerza de prevención barrial, un modelo diseñado por el Ministerio de Seguridad de la Nación que se aplicó en barrios complejos del sur de Buenos Aires
A esto se sumarán cambios ya previstos desde hace tiempo en el marco de la reforma de la estructura de la Policía provincial, con la creación de cinco áreas territoriales que nuclearán al antiguo esquema de las 19 unidades regionales actuales. Esto se completará, según señalaron en la cartera que dirige Raúl Lamberto, con la finalización del período de nuevos ascensos dentro de la fuerza mediante concursos de antecedentes y oposición evaluados por jurados, que incluyen a civiles en su composición. Con la implementación de este nuevo régimen que “aporta mayor transparencia” recalcan en la cartera de Seguridad se terminará de redefinir la estructura policial.
Lamberto dijo a este diario que “el objetivo es que el desembarco de las fuerzas nacionales sirva para pacificar algunos sectores de Rosario. Hay que lograr que esto se pueda mantener en el tiempo, mientras se ponen en marcha programas sociales y de inclusión, previstos en el marco del plan de intervención barrial”, que fue anunciado por el gobernador Antonio Bonfatti en febrero pasado.
A ponerse los pantalones
En diálogo con El Litoral Juan Murray, ex fiscal federal y actualmente secretario letrado de Procunar, explicó que “el Ministerio de Seguridad de la Nación va a ser el que dispondrá hasta cuándo se quedarán las fuerzas federales”. Pero Murray aclaró que la permanencia de los dos mil gendarmes y prefectos “no va a ser eternamente, por lo que el gobernador Antonio Bonfatti debe ponerse los pantalones y poner a la Policía provincial en caja. Deberá tener una fuerza de seguridad idónea para encarar no sólo la presencia en el territorio, para evitar que los barrios no sean copados por bandas narcocriminales, sino también deberá obtener mejores resultados en la investigación narcocriminal que hasta ahora no ha sido eficiente”.
Murray puso un caso puntual como ejemplo: la denominada causa de Los Monos, que está en el centro de una discusión no sólo jurídica, sino también política, tras los cuestionamientos que surgieron contra el juez de Instrucción Juan Carlos Vienna y los integrantes de la División Judiciales, que fueron apartados el martes pasado de sus cargos.
“Había una investigación en curso contra la banda Los Monos, y esa investigación fue truncada por un accionar apresurado del juez Vienna y la División Judiciales de la URII, lo que frustró el trabajo de la Justicia Federal”, ensayó el funcionario de la Procunar, que actuó como fiscal en el caso que tiene como detenido al ex jefe de la Policía de Santa Fe, Hugo Tognoli. “Ninguna de estas personas está procesada por el asesinato de Martín Paz, sino que están imputados por una asociación que cometía delitos de narcotráfico”, afirmó. “Si se hubiera permitido a la Fiscalía Federal avanzar sobre esta cuestión, probablemente los integrantes de la familia Cantero que están imputados de manera muy difusa y discutible, hoy estarían imputados por supuesto narcotráfico”, agregó.
Rastrillajes en la zona sur
Los patrullajes de los agentes de Gendarmería y Prefectura se centraron hoy a la mañana en el barrio La Tablada, en la zona sur de Rosario. El jefe de Gendarmería, Omar Pereyra, se reunió esta mañana con la intendenta Mónica Fein y con el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, para ajustar detalles sobre las acciones que iniciaron en esa zona. Unos 30 autos de Gendarmería y Prefectura recorrían las inmediaciones de Ayacucho y Uriburu, plano en mano, a fin de prevenir y garantizar seguridad.
Pereyra sostuvo en torno al trabajo que tienen previsto desarrollar que “los planes son dinámicos y se adecuan a la realidad”. “Es un trabajo proactivo en barrios conflictivos, siempre coordinado con el gobierno provincial y municipal”, destacó.
El jefe de Gendarmería confió en que están en una etapa de “inicio y ajuste” y garantizó que al menos “unos 1.500 efectivos de la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura estarán repartidos en distintos lugares”. Luego, subrayó: “Somos un comando unificado y trabajamos en conjunto con todas las fuerzas”. /El Litoral/
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