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Oftalmólogos del efector público de la Ciudad Capital fueron habilitados por el Incucai para comenzar con estas intervenciones que beneficiarán a todos los que las necesiten en el centro norte provincial. Comenzarían en el mes junio. Aproximadamente, hay 20 personas en lista para esta intervención en la provincia. El tiempo máximo de espera cuando no es una urgencia es de tres meses.
El Incucai (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante), a través del Cudaio (Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos) de la provincia de Santa Fe, habilitó al hospital José María Cullen a realizar trasplante de córneas.
Esto permitirá dar respuesta a la demanda de las personas con enfermedades en la córnea y que tienen severamente afectada su visión, que habitan el centro norte de la provincia. Antes, debían viajar a Rosario o a Buenos Aires para una intervención de trasplante.
El equipo para estos abordajes estará integrado por médicos oftalmólogos del sistema oftalmológico de Santa Fe, que funciona bajo la órbita de la Dirección General de Enfermedades y Afecciones de los Ojos, que dirige Néstor Monti.
En diálogo con Diario UNO, el jefe del equipo de trasplante, oftalmólogo Guillermo Badía, explicó los pormenores del proyecto que espera que se implemente efectivamente desde junio de 2016.
Destacó que, hasta el momento, “los únicos centros que se encontraban habilitados para trasplante eran el Hospital Provincial del Centenario y el Municipal Clemente Álvarez en la ciudad de Rosario” y, que de este modo, “se integra la oftalmología pública a la estrategia de Hospital Donante que se implementó hace años en el Cullen”.
También, explicó que el proyecto es posible no solamente por la calidad y formación profesional de quienes lo integran e impulsan, sino también por el apoyo de la Nación y la provincia.
“Hace dos meses el Incucai nos entregó equipamiento de cirugía y de diagnóstico para patologías de la córnea, por gestión del Cudaio”, dijo en ese sentido Badía, quien también es el jefe del Centro Oftalmológico Único de Alta Complejidad que funciona en la Sala 4 del hospital Cullen.
Destacó además que este centro será el único que contará con un topógrafo de última generación (para diagnóstico preciso de patologías en la córnea) en un efector público, en toda la provincia.
Badía posteriormente consideró que “la puesta en marcha del proyecto de trasplante de córneas permitirá integrar a los médicos en formación en la problemática actual de la donación de órganos” y que el hospital Cullen “se encuentra abocado a conformar la lista de pacientes”.
En lista de espera
Guillermo Badía precisó que actualmente en la provincia “hay aproximadamente 20 personas en lista de espera por una córnea”, y que, “cuando los casos no son de urgencia, el tiempo de espera para acceder a una es de aproximadamente tres meses”.
Sobre la cantidad de personas que inicialmente podrán verse beneficiadas con estos trasplantes –particularmente en el hospital José María Cullen–, explicó que aproximadamente serían unas 25 por año, teniendo en cuenta que podrían realizarse una o dos intervenciones por mes.
Tal vez la cifra parezca poca. Pero hay que considerar que es un proyecto incipiente, de mucha complejidad el abordaje quirúrgico; que la formación y especialización profesional requieren de mucho tiempo y esfuerzo.
Además, mencionó que las cirugías se realizarán en el quirófano del Centro Oftalmológico Único de Alta Complejidad, que el subjefe del equipo es el oftalmólogo Pedro Camet e integran el mismo Ernesto Yapur y Adrián Ortiz.
¿Cuándo es necesario?
Según explica el Incucai, el trasplante de córneas es un tratamiento que se indica para algunas patologías oculares graves que ya no pueden ser abordadas con otros recursos clínicos o farmacológicos.
La necesidad de un trasplante de córneas aparece cuando ciertas patologías producen una disminución de visión de modo tal que afecte la vida cotidiana.
“Cuando la enfermedad es de origen corneal, la pérdida visual depende del grado de alteración de la córnea. La disminución visual puede ser desde pequeña hasta considerable, tal que le impida al paciente desenvolverse con normalidad”, explican desde el Incucai.
Y agregan: “La situación, entonces, es variable para cada persona. Sin embargo, cuando afecta los hábitos normales de vida del paciente es aconsejable realizar el trasplante. Y para ello no es necesario llegar a la ceguera. También existen casos en que sin enfermedad previa se requiera un trasplante de córneas de urgencia por haber sufrido lesiones traumáticas o infecciones agudas de la córnea”.
Actualmente en el país hay en lista de espera para córneas un total de 3.004 personas, de ellos 43 son menores de edad y 1.100 mayores de 60.
Rosario y Santa Fe
El Servicio de Trasplante de Córneas del Heca de Rosario se inauguró en 2013 y desde entonces lleva realizadas ocho intervenciones de este tipo.
Con este trasplante, gracias al trabajo conjunto con el Cudaio y el Incucai, el establecimiento se consolida como Hospital Donante, donde no solo se realizan ablaciones sino también trasplantes de tejidos.
En el marco del Programa Hospital Donante del Incucai, en 2011 comenzó a funcionar en el Heca la Unidad de Procuración y Trasplante de Órganos y Tejidos integrada por médicos del hospital y del Cudaio.
El Heca fue el primer efector de la provincia de Santa Fe en trabajar bajo el concepto de Hospital Donante.
Luego se sumaron el José María Cullen y el Hospital Provincial del Centenario.
Hospital Donante
Los establecimientos que adhieren al Programa Hospital Donante se comprometen a incorporar la generación de donantes de órganos y tejidos a los objetivos institucionales; a involucrar a los servicios de terapia intensiva y emergentología como unidades generadoras de donantes de órganos ante la muerte encefálica; y a los servicios de internación en la generación de donantes de tejidos posparo cardiorrespiratorio.
Pasado, presente y posibilidades de la donación
Según publica el Incucai, el primer trasplante de córnea en el país fue en 1928 “y desde entonces ha establecido una mejoría ostensible en la visión y, por lo tanto, en la calidad de vida de cada paciente trasplantado”.
“Para poder realizarla –agrega ese instituto en su página web–, es necesario que existan los donantes y es importante destacar que por cada donante, dos personas tienen posibilidad de recuperar la visión”.
“Toda persona fallecida puede ser donante de córneas, la muerte no debe ocurrir necesariamente en una terapia intensiva, ni tampoco en una institución hospitalaria como ocurre con la donación de órganos. Esto quiere decir que el proceso de donación se puede realizar desde el lugar donde se produzca el fallecimiento. Y pueden ser los mismos familiares los encargados de comunicarle al Incucai que el fallecido es donante”, concluye el instituto.
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