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Su cuerpo estaba enterrado en este aljibe. Al lugar llegaron en la siesta de este sábado -como vemos en la foto- las máximas autoridades policiales, bomberos, médico y los jueces penales Jorge Fernández -que está de turno este fin de semana- y Virgilio Palud, quien seguirá la causa por homicidio desde el lunes. Hay un detenido. Ampliamos: el cuerpo fue trasladado a la morgue para la autopsia. La historia de un Judas en la casa.
El cuerpo de Celia había sido arrojado al pozo de un aljibe en desuso dentro del Campo de la Estancia La Manuela, al norte del callejón del Barrio La Cortada y a 150 metros de la casa donde vive solo el único detenido por este crimen, Fernando Ortíz.
Su confesión fue fundamental para encontrar el cadáver.
También había enterrado junto al cuerpo los anteojos, la mochila con sus documentos, tarjeta bancaria y otras pertenencias con las que Celia había salido de su casa rumbo a lo de sus ex suegros para dejar a su hijo de cinco años esa noche de la desaparición, el sábado 31 de agosto de 2013.
Ella había contado que después de dejar al nene iba a una cena con amigas, donde nunca llegó.
Fernando Ortíz fue arrestado el viernes a la mañana y pasó este sábado a la condición de detenido incomunicado por disposición del juez que buscaba dar con Celia Ortíz, la joven de 23 años que estaba desaparecida desde la noche del 31 de agosto de 2013.
Fernando tiene 34 años, trabajaba como herrero en su misma casa donde vivía solo.
Fue pareja de Celia durante tres años, pero al separarse continuaron una relación de amigos, incluso con la familia de su ex, a tal punto que era uno de los que en estos días no se despegaba de la familia de Celia ya que salía con ellos a buscarla, incluso hasta las 3 de la madrugada y comían juntos donde se hablaba del enigma que era el paradero de la joven.
En un primer momento, al ser arrestado, Fernando negaba saber el paradero de su amiga, pero los investigadores creían otra cosa y lo observaban contradictorio.
Hasta que se quebró y contó.
Fue en la mañana de este sábado, cuando le comunicaron que iba a quedar detenido incomunicado. Fue entonces cuando le contó a los policías que Celia estaba muerta y les indicó cómo encontrarla a 150 metros de su casa.
Eso si, dijo que él no la mató, que ella se cayó para atrás, se lastimó y murió. Y que muy asustado fue a esconder el cuerpo y guardó el secreto.
En la autopsia que se va a realizar esta misma tarde se podrá determinar la causa de muerte. En principio no se veían rastros de balas ni de puñaladas.
El mismo día del arresto, viernes 13 de septiembre, la policía requisó la casa de Fernando pero no encontró nada. Un día después fueron al lugar exacto, indicado por el detenido y el caso dio el gran vuelco.
Vale recordar que días antes de su desaparición, Celia había cobrado la indemnización por un accidente de tránsito del que fue víctima. Andaba con no menos de $4.000.- en efectivo más lo que guardaba en el banco.
También en estos días a Fernando se lo empezó a ver con moto nueva, pero dijo que era de su hermana. También había cambiado el celular aunque conservaba el mismo número.
De todas maneras hasta comenzar la tarde de este sábado, hora en que redactamos esta noticia, la moto no estaba secuestrada ni se había establecido de quién es realmente ni se sabía detalles del dinero de Celia.
TENÍAN UN JUDAS EN LA CASA
Al recibir la confirmación oficial de la muerte de Celia, la familia se sacudió con otro golpe: la noticia que Fernando Ortíz era un Judas en la casa, porque comía con ellos, salía a buscar a Celia con ellos y simulaba no saber nada como el mayor de los hipóritas.
La hermana de Celia contó que Fernando era considerado un miembro más de la familia, a punto tal que su madre fue a pedir el viernes a la policía que lo liberen. Era uno de los que acompañaba a los familiares en la búsqueda de Celia, incluso hasta las 3 de la madrugada y comiendo juntos.
FUENTE: HORIZONTE NOTICIAS
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