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La Asociación Civil «Tcnl. Juan Pedro Jobson», y el Museo de la Ciudad de Vera, quieren despedir por este medio a quien fuera un amigo entrañable de la institución, una fuente de información y de inspiración a la hora de conocer la identidad del santafesino del norte, pero sobre todo un referente indiscutible de la historia de nuestra región.
Porque todas esas virtudes se reunieron en la persona de don «Coco» Crowder.
Desde joven fue empleado de la mítica fábrica de tanino inglesa “La Forestal”, en la planta de La Gallareta, lugar que lo vio nacer hace más de 85 años.
Como testigo ocular de esa arista de la historia, dedicó gran parte de su vida a dar testimonio de lo que él había conocido sobre el desempeño de este polémico emprendimiento del siglo pasado en nuestro país, pero sobre todo de lo que él había vivido. Supo hacerse escuchar a la hora de exponer su experiencia y postura respecto de la explotación del monte «nor-santafesino».
Su temperamento afable y su virtud para describir las escenas pasadas, hacían que al comenzar a hablar sus interlocutores –coincidan o no con su postura- inmediatamente decreten silencio absoluto y escuchen expectantes lo que Don «Coco» tenía para contar, y la mayoría de las veces para enseñar.
Dedicó también innumerables horas a transmitir a los alumnos sobre el arduo trabajo del hachero, del habitante del monte bravío de los Siglos XIX y XX, en que no existía mayor seguridad que una faca o un «winche» (Winchester).
También recorrió localidades dando charlas y conferencias, y prestándose respetuosamente a participar de debates sobre el tema, sabiendo que en más de una ocasión sus opiniones despertarían todo tipo de pasiones en la gente, pero nunca dejó que esto acalle su voz.
Su casa con el correr de los años se terminó convirtiendo en una casa-museo, ya que rescató tanto patrimonio de su pueblo, que las habitaciones de su vivienda rebosaban de historia. Entrar en la casa de don «Coco» era hacer una experiencia acelerada de historia de la producción en Argentina, de la explotación indiscriminada e irresponsable de los recursos naturales, de la (mala) política implementada por el gobierno provincial por aquellos años, de la vida común de su gente; en fin, recorrer junto con don «Coco» su casa-museo era una experiencia simple y única a la vez.
Hoy, ya descansa en su Gallareta, en el mismo solar que sus padres. Hoy, La Gallareta lo despidió con lágrimas, pero con muchas anécdotas también.
La fábrica que apasionó su corazón, con el sonar de la sirena le marcó el camino hacia el Padre Eterno, y en su morada final una vecina (V. Ochoa) puso en palabras el sentir de todos, que puede resumirse en unas pocas palabras:
¡¡¡Gracias don «Coco» por haber existido!!!
Omar Rodolfo Crowder (Coco), nació en La Gallareta en el año 1932, de muy joven (14 años), trabajó en la fábrica La Forestal , pasando por todos los puestos hasta 1967 cuando dicha fábrica se vende, Coco se retira y trabaja como cuentapropista.
Pasó a tener un museo personal que fue visitado por escuelas y comunidad en general , siendo un referente para conocer la historia de La Gallareta.
Falleció este 28 de febrero de 2018, en su pueblo natal.
Foto: Cecilia Maidana
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