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Los alquileres se llevan la mayor parte del presupuesto. De todas maneras las familias optan por elegir departamentos con comodidades y buena ubicación. En 2015 se había estimado un gasto de 6.000 pesos.
Todos los años una gran cantidad de jóvenes de distintos pueblos y ciudades santafesinas y de otras provincias llegan a la capital para empezar sus estudios superiores. La gran cantidad de institutos terciarios y de universidades con sede en Santa Fe, así como las propuestas de educación no formal, la vuelven una opción muy interesante para quienes ya tienen su título secundario y quieren seguir capacitándose.
Sin embargo, quienes deseen instalarse en la ciudad deberán pensar en un gasto promedio de 8.520 pesos; y tener en cuenta que la mayor parte de esa erogación se la llevará el alquiler. A fines de 2014, Diario UNO estimó que para vivir durante 2015 un estudiante iba a necesitar, en promedio, 6.000 pesos.
De todas maneras, es importante tener en cuenta que cada joven tiene hábitos diferentes y que aún no se conoce cuál será el porcentaje de inflación que podría acumularse a lo largo de este año.
Ya no se comparte
El primer rubro a analizar es el inmobiliario. Según los empresarios del sector, hace un mes y medio que las familias comenzaron a reservar y alquilar los inmuebles que este año habitarán los estudiantes. Más allá del aumento de los costos, los inquilinos siguen priorizando la cercanía a la casa de estudios –o una zona con medios de transporte que los lleven hasta la facultad–, la seguridad y la comodidad.
Lejos quedaron las épocas en las que dos, tres o cuatro adolescentes se apiñaban en un departamento de un dormitorio –o, en el mejor de los casos, de dos–. Hoy lo más demandado son los departamentos de dos ambientes (o sea, que tienen un dormitorio más una cocina comedor) para una persona.
Carlos Costa –socio de Costa Propiedades– explicó a Diario UNO que hubo un cambio de hábitos respecto a años anteriores. “Son muchos los temas que los padres miran antes de cerrar contrato. Si bien quieren seguridad y ubicación, no quieren pagar tanto”, reconoció.
Y agregó: “En general los chicos buscan estar solos. Antes tenías una vivienda y se metían tres o cuatro pero eso ya no se ve. Incluso hemos tenido casos de familias con dos hijos que buscaban dos departamentos separados”.
Hoy un departamento de un dormitorio, en buenas condiciones, con todos los servicios y ubicado en alguna de las zonas preferidas está, en promedio, 4.000 pesos. A eso hay que sumar gastos de expensas que variarán de acuerdo con las comodidades del edificio pero se pueden estimar en unos 600 pesos.
Para los referentes del sector, el aumento de 2015 a 2016 en los alquileres ha sido del 30 por ciento, lo mismo que está previsto, en el contrato, que se modifique el monto del alquiler de un año a otro.
Para quienes aún no alquilaron la recomendación de los referentes del mercado es que no se demoren en asegurarse un departamento porque “no quedan muchos, hay pero no demasiados. Ya se alquiló mucho”.
En cuanto a los servicios, en línea con lo que se mencionaba sobre los alquileres, hay que tener en cuenta que los jóvenes tienen celular, internet y cable en sus hogares. Además de los gastos promedio de luz y gas –que se pagan bimestralmente–. Entre todo eso hay que pensar en no menos de 1.200 pesos mensuales.
Por otro lado, es importante tener en cuenta un dinero que se destine a la alimentación del joven. Aquí el cálculo varía de acuerdo a los hábitos alimentarios de cada persona pero una dieta equilibrada, a principios de 2015, requería una inversión de 2.000 pesos. Según el índice de precios al consumidor (IPC) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la inflación acumulada fue del 26,9 por ciento; así que, por ahora, hay que estimar 2.540 pesos para comer, siempre que se opte por cocinar en casa y no comprar nada preparado.
Gastos variables
Si la institución educativa elegida es pública se puede evitar el pago de la cuota pero no de los materiales de estudio. Hay carreras que requieren realizar trabajos prácticos costosos como arquitectura y diseño; y otras que demandan la lectura de una gran cantidad de apuntes como abogacía, medicina y ciencias económicas.
En ese sentido, es importante tener en cuenta que muchos optan por las fotocopiadoras que gestionan los centros de estudiantes porque sus precios son más económicos. Sin embargo, en los negocios dedicados a ese rubro ya se registró un incremento del 15 por ciento en los insumos para fotocopias así que es probable que el incremento también impacte en los espacios gestionados por los mismos alumnos.
Por lo tanto, si el año pasado se calculaba un gasto promedio de 200 pesos en fotocopias ahora habrá que pensar en 230 pesos.
Al estar algunas de las universidades en zonas alejadas del centro de la ciudad, muchos estudiantes optan por trasladarse en colectivo. En Santa Fe rige un boleto especial para estudiantes universitarios y terciarios que cuesta 3,75 pesos; o sea, ida y vuelta el gasto diario es de 7,50 pesos. Si un estudiante va 20 veces al mes a la facultad (descontando los fines de semana y algún día que no curse) deberá disponer de 150 pesos.
Por otro lado, teniendo en cuenta que los estudiantes llegan a la capital provincial desde otras localidades habrá que considerar los boletos de ida y vuelta para visitar a la familia, al menos, una vez al mes. Para ir y volver a Rafaela el pasaje está 164 pesos y para Reconquista 480 pesos. En este punto es importante recordar que, durante el período de clases, los estudiantes tienen un descuento del 50 por ciento por lo que pagarían 83 y 240 pesos respectivamente.
De todas maneras, es importante tener en cuenta que estas cifras son estimadas y que existen alternativas para ahorrar como, por ejemplo, el uso del sistema de bicicletas de la Municipalidad, las bibliotecas y los comedores universitarios.
Fuente. Diario Uno
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