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El gobernador Lifschitz y el ministro de la Producción formalizaron este jueves la declaración tras las consecuencias que dejaron las lluvias en todo el territorio.
Con la firma del gobernador Miguel Lifschitz y de su ministro de la Producción, Luis Contigiani, la provincia de Santa Fe formalizó este jueves la declaración de emergencia tras las consecuencias que dejaron las lluvias en casi todo el territorio provincial.
Los principales argumentos del decreto destacan los daños en las praderas artificiales, en especial las de base alfalfa, también en el sector ganadero, la actividad porcina, avícola, apícola y otras producciones de ganado que también han sufrido serios perjuicios.
Además, el decreto menciona:
Que el sector lácteo generó una caída importante en la producción diaria de litros de leche; se estima que la misma es superior al 50 % comparándola con la producida en años normales; en la ganadería de carne y de leche se produjeron importantes pérdidas por mortandad de hacienda.
Que, en agricultura, especialmente el cultivo de soja, al momento de la ocurrencia de los excesos hídricos se encontraba en el inicio de la cosecha, quedando la mayor parte del cultivo (aproximadamente 70 %) en pie; con ello se infiere que se generarán pérdidas importantes en la superficie cosechada, y en los casos en que se pudo culminar la misma, los rendimientos obtenidos fueron inferiores a los promedios zonales.
Que se impidió la normal confección de reservas (silos de maíz) como así también la siembra de los verdeos de invierno, y que impactará negativamente disminuyendo la disponibilidad de alimentos para los rodeos.
En el texto se puntualiza, además, la situación de las localidades de cada departamento afectado, procediendo a declarar en cada una de ellas la situación de desastre o emergencia, según corresponda.
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