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El fin es avanzar sobre los programas provinciales aplicables a las familias de la cuña boscosa y los bajos submeridionales; así como generar nuevos vínculos de ayuda.
Del encuentro formaron parte el Coordinador de la Región 1, Sergio Rojas; el director provincial de Gestión de Suelo, Javier Mendiondo; el subsecretario de Articulación Territorial, Juan Carlos Valdano; el presidente de la UOCB, Teodoro Suárez y el vicepresidente, Santiago Ortiz.
Según explicaron las autoridades de la institución, actualmente cuentan con 680 socios, 350 de los cuales participan de manera activa. Si bien, en este último tiempo, se les están brindando préstamos a los pequeños productores, surge la necesidad de trabajar de manera mancomunada con la Provincia, para así responder amplia y satisfactoriamente a las necesidades.
“Lo que nosotros vemos es q tenemos una capacidad mayor de ayuda. Sería interesante definir específicamente cuál es la problemática central y en qué podemos asistir, elaborando un módulo que se ajuste a las familias. Para eso, es fundamental hacer un relevamiento, y conocer las diferentes realidades que conviven en la cuña boscosa”, indicó Valdano; al tiempo que Mendiondo aseguró que su presencia implica desarrollar tareas en línea a “garantizar un mejor estándar de vida”.
Por su parte, Suárez sostuvo que hay “socios que se encuentran en los parajes, en la planta urbana, mientras que otros aún permanecen en sus campos. Lo bueno es que los conocemos a todos, los visitamos, sabemos dónde y cómo viven”.
La UOCB apoya a las familias para que se organicen y puedan ser las protagonistas de su desarrollo, defiendan sus derechos, identifiquen y busquen soluciones a sus problemas, decidan sobre su futuro y sean capaces de gestionar sus propios recursos. Desde octubre de 2010 cuenta con personería jurídica. Hoy día tienen una sala de faena en la localidad de Fortín Olmos, así como una planta de producción de miel en Campo Zamo.
Finalizada la reunión, el Coordinador de la Región 1, explicó que ésta fue la segunda, ya que anteriormente se encontraron en la ciudad de Santa Fe. “Estamos avanzando en acciones más concretas. Por un lado, las autoridades tendrán que sectorizar el universo de la entidad, relevando aquellos productores que tienen lote propio y quienes no lo poseen. Por el otro, los funcionarios provinciales planificaremos los programas ya establecidos que se ajustan a esas características; y, veremos también la posibilidad de generar nuevas soluciones a través de estrategias efectivas”.
Para concluir, Rojas aseveró que el eje articulador de las políticas públicas es siempre el “arraigo regional”, el cual se plantea como enmarcador sociocultural, garantizando el derecho a la libertad de elegir donde cada habitante de la provincia quiere construir su destino individual y colectivo. Este arraigo está estrechamente relacionado con la identidad, la tierra, la historia personal y de su pueblo.
EL ARRAIGO COMO PROYECTO ESTRATÉGICO
Desde el año 2007, el Gobierno de Santa Fe reivindica la importancia de la perspectiva ciudadana para reconocer las necesidades propias del territorio habitado. Teniendo en cuenta tanto factores estructurales como subjetivos se elaboró, de manera participativa, un diagnóstico de la situación del territorio de cada una de las regiones de la provincia y se definieron los proyectos que luego conformaron el Plan Estratégico Provincial.
De los múltiples espacios participativos implementados desde entonces (asambleas ciudadanas, reuniones micro-regionales, foros, etc.) surge como una cuestión de gran relevancia para el norte provincial el arraigo regional, cuestión que se manifiesta en los hechos en el abandono del territorio por parte de pobladores locales que parten en búsqueda de nuevos destinos que les brinden oportunidades para mejorar las condiciones de vida, propias y del grupo familiar.
El Plan Arraigo Regional se enmarca dentro del Plan Estratégico Provincial Visión 2030, el cual se organiza a partir de tres líneas estratégicas -que se dividen en 14 ejes de trabajo-, y se conforma por 346 proyectos, de los cuales 106 son provinciales y 240 regionales, 51 de estos últimos pertenecientes a la Región 1.
Promover el desarrollo humano y el arraigo en la Región 1 conlleva una expansión de las capacidades y posibilidades de los individuos de concretar un proyecto de vida en el territorio regional. Esta posibilidad implica una significativa ampliación de la libertad de las personas, en la elección de la trayectoria de vida que desea llevar a cabo, y un piso garantizado de igualdad en el acceso a derechos y a las condiciones básicas para una vida digna.
El Plan Arraigo Regional propone por un lado, evaluar avances, pero por otro, y principalmente, puntualizar qué ejes y proyectos se prioriza fortalecer, o bien qué nuevas acciones es posible promover a fin de continuar impulsando el desarrollo regional.
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