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En Sarandí, partido de Avellaneda ( Buenos Aires) , se encuentra un predio llamado La Vecindad, que pertenecía a una vieja fábrica de procesamiento de grasa. Después de 20 años de abandono, el lugar fue tomado en marzo de este año por más de 40 familias con unos 50 chicos. Allí armaron sus casillas y viven en la más absoluta miseria.
Las ruinas de la fábrica presentan peligro de derrumbe y la mugre brota de cada rincón.“Hay ratas, muchas ratas”, cuenta un habitante del predio. “Mi nena de un mes tiene sarna”, comenta una joven madre.
Aquí, donde la dignidad cayó al quinto subsuelo, las familias hacen sus necesidades en tachos, se alimentan con menudos, carcasa y cuajo (literalmente, el culo de la vaca). “Primero comen los chicos y después se comparte”, describe uno de los ocupantes. “Ningún político te escucha”, agrega otro.
La Justicia dio la orden de desalojo de la fábrica y se llevaría a cabo sobre el final de esta semana o al comienzo de la otra. Por eso, ya tienen en vista otro lugar donde instalarse.
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