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Así lo afirmó el Obispo de la Diócesis de Reconquista, Angel José Macín, al referirse a la acusación penal y detención del Padre Néstor Fabián Monzón ocurrida en la jornada de este martes.
Monseñor expresó además su dolor diciendo “tengo el alma partida, porque esta noche no sé si voy a poder dormir sabiendo que él va a estar en un lugar donde nunca imaginé que iba a estar.”
En los estudios de RADIO AMANECER, Monseñor Angel José Macín, Obispo de la Diócesis de Reconquista habló sobre la a la acusación penal por delitos contra la integridad sexual que pesan contra el Padre Néstor Fabián Monzón, que motivó la detención del sacerdote en la jornada de este martes.
El Obispo comenzó diciendo “es una jornada difícil, triste por la noticia que nos ha sorprendido a todos por la situación del Padre Néstor Monzón, a quien tengo mucho afecto ya que lo conozco desde hace mucho tiempo, por su entrega y por todo lo que ha hecho en la Iglesia Diocesana”.
Luego remarcó “estamos a disposición de la Justicia para colaborar en lo que podamos para que se pueda alcanzar la verdad de los hechos y que se pueda realizar justicia”. “Al mismo tiempo – siguió - que acompañamos a todas las partes involucradas en esta situación: la familia de las presuntas víctimas, los familiares del Padre Néstor, las familias de la comunidad y de un modo particular también a él, que sigue gozando de nuestro afecto y cercanía”.
“Es bueno recordar que la persona que es acusada se presume inocente, y ahora tienen que aparecer las pruebas que sostengan esa acusación. Mientras tanto – repitió Monseñor Macín – la persona se presume inocente y no se imputa responsabilidad”.
Luego explicó que “las medidas que toma la Justicia Civil en este caso, son medidas cautelares. En el caso de la Iglesia, a nosotros también se nos pide iniciar un procedimiento de investigación canónica, para llegar en este caso el Obispo, a una idea, a una conclusión de los hechos, de la situación. En este caso se procede canónicamente también con algunas medidas llamadas cautelares pero que son de protección, tenemos que evitar el prejuicio.
Esas medidas que se toman son para proteger a la persona y para que pueda estar más concentrada en esta situación. Se lo suspende en el ejercicio de las funciones que venía desarrollando como párroco y como Vicepresidente de Cáritas, pero se le guardan esos Ministerios hasta el momento de la sentencia Civil y de la conclusión a la que llega la investigación Canónica.”
“Es decir – continuó - que la Parroquia María Madre de Dios no es que va a tener el nombramiento de un nuevo párroco, porque nadie puede ocupar su lugar, pero sí tengo que proveer de una apropiada atención cuidado pastoral, y en los próximos días voy a dar a conocer el nombre de un sacerdote que asuma las responsabilidades de la coordinación de las actividades pastorales en esa parroquia y yo trataré de estar cerca de una manera especial como Obispo de esa comunidad”.
“Tenemos que intensificar nuestra oración, incluso diría nuestra penitencia para que se pueda alcanzar por los medios humanos la verdad y la justicia sobre estos acontecimientos” volvió a remarcar.
“Personalmente, como Obispo Diocesano tengo que adoptar esta actitud de cuidado para que el procedimiento se pueda realizar de acuerdo a la legalidad correspondiente, no interferir con la Justicia Civil y hacer las cosas a nivel Canónico como corresponden; pero – expresó – con el alma partida, porque esta noche no sé si voy a poder dormir sabiendo que él va a estar en un lugar donde nunca imaginé que iba a estar”. “Es el sentimiento de un padre que vive una situación de esta naturaleza, y que no va contra esta adhesión firme a los valores de la verdad y de la justicia” señaló finalmente el Obispo de Reconquista.
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