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En 2015 hubo 30 crímenes entre enero y marzo, y en 2014, 47. El Hospital de Niños atendió este año a 20 chicos con heridas de arma de fuego. Hartazgo de vecinos por ola de robos.
No fue un verano más para el área metropolitana de la ciudad de Santa Fe. En los primeros tres meses de este 2016 se produjeron 42 homicidios, guarismos similares al mismo período de 2014 (hubo 47 hechos), un año crítico en materia de asesinatos.
El habitual calor que padece la región no sólo se debió a la época estival sino también a la cantidad de crímenes en la vía pública (sea a la luz del día o en horas de la madrugada), la ola de robos en diversos barrios y comercios y el preocupante número de chicos heridos atendidos en el Hospital de Niños "Dr. Orlando Alassia".
En 91 días, los hechos de sangre se dispersaron por todo el cordón oeste de la capital de la provincia. Barrios como Acería, San Agustín y Santa Rosa de Lima, por nombrar algunos, son los sectores "calientes" con la mayoría de homicidios. Las Vegas y Villa Adelina de la ciudad de Santo Tomé también ostentan el triste mote.
Casi todos los casos comparten patrones comunes: el lugar -la mayoría en la vía pública, la zona oeste de la capital provincial-; el horario -más de la mitad se da entre las 18 y las 6 de la mañana y solo un 14 % durante la mañana-y las edades de las víctimas -entre 15 y 34 años en un 73 %-. Un dato para destacar es la crueldad de los hechos: "acribillados", "últimados" y "ejecuciones" por la espalda relatan las crónicas policiales que habitualmente publica El Litoral.
Vale la aclaración para dos hechos puntuales. Por un lado, dentro de los 42 crímenes está la muerte de un tapicero de barrio Acería en medio de un incendio. Las hipótesis de las investigaciones se inclinan a pensar que se trataría de un homicidio. Por otra parte, la secuencia de hechos que tuvieron lugar en barrio Candioti y que terminó con el deceso de un ladrón mientras se fugaba y tiroteaba con la policía. /El Litoral/
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