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Tiene 14 años y estaba practicando el deporte extremo cuando cayó contra el manubrio de la bicicleta y se golpeó muy fuerte en el abdomen reventándose el estómago. Fue intervenido quirúrjicamente durante cuatro horas y ahora la familia pide "rezar por él".
Nahuel Muchiut, de 14 años, es uno de los fanáticos de este deporte extremo que se practica desde hace un tiempo en las ciudades de Reconquista y Avellaneda, muchas veces sin que se tome dimensión de los riesgos que se corre al intentar pruebas sobre rampas o manteniendo a la bici en posiciones distintas para la que fue fabricada.
"Recemos por él" pidió la madre luego de que su hijo fuera intervenido quirúrjicamente durante cuatro horas porque se reventó el estómago al caer sobre el manubrio de la bicicleta. Ya hace tres meses se quebró la clavícula practicando el deporte.
Vilma Ramoa, madre del chico, contó que el lunes por la noche varios adolescentes amantes de este deporte se juntaron a cenar en el camping y un rato más tarde comenzaron a saltar. En uno de esos saltos algo salió mal y cayó golpeando la zona abdominal contra el manubrio y se reventó el estómago por lo que hubo que operarlo en la mañana del martes.
Ramoa comentó que su hijo siempre hace piruetas con la bici y que "hace tres meses se quebró la clavícula" en otra pirueta que también salió mal.
La madre entiende que es un deporte de alto riesgo pero dice que "es lo que le gusta".
Nahuel es alumno de la Escuela Industrial de Avellaneda y vive en Barrio Libertad de esa ciudad.
Bikers
La moda biker viene creciendo desde hace un tiempo en la ciudad de Reconquista y cada vez son más los adolescentes que se suman a los grupos conformados por amantes de las piruetas en bicicletas.
"Estos grupos son cerrados y solo pueden participar de él los que estén dispuestos a pelarse una rodilla o quebrarse un hueso", cuenta uno de los adolescentes entre risas.
Ellos conocen los riesgos de practicar el deporte pero su imaginación solo llega hasta algunas fracturas, no dimensionan que pueden morir si una pirueta sale mal.
"Nosotros le decimos a los nuevos que usen casco, rodilleras y coderas pero casi nunca hacen caso. Cada uno corre el riesgo que quiere, son libres", cuenta uno de los más antiguos y respetados del grupo.
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