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Norma, de 50 años, fue víctima del horror en la puerta de su casa. Uno de sus nietos fue atacado a balazos y mientras lo asistía, los sicarios volvieron y le pegaron un tiro a su hijo. Encaró a los asesinos, le dispararon y una bala rozó su cabeza
En lo que va de 2015 ya se registraron más de 10 homicidios en Rosario y varios de ellos tienen algún vínculo con la guerra narco que se viene dando en los últimos años en esa ciudad. El fin de semana, Norma Pared (50), fue testigo de la muerte de dos de sus familiares en una violenta secuencia de pocos minutos en la entrada de su casa del barrio Santa Lucía.
La sangrienta disputa de una banda narco por controlar el barrio y el negocio de la droga se cobró la vida de Brian (23) y Mario (15) Brest, hijo y nieto de Norma respectivamente. Durante el fin de semana se dieron a conocer los crímenes de manera diferenciada, pero con el correr de las horas trascendieron más detalles del hecho.
La tragedia de la mujer de 50 años comenzó el sábado a la madrugada cuando Mario fue atacado a balazos a metros de su casa. Al escuchar los tiros, abrió la puerta y vio al joven agonizando. Llamó a su hijos Brian y Luciana, y salió a socorrerlo.
En ese momento, comenzaron a insultar y gritar a los sicarios mientras escapaban. Los asesinos se dieron vuelta y volvieron a disparar. Una bala pegó en el pecho de Brian, quien perdió la vida un día después en el hospital. Norma dijo al diario Clarín que los responsables del hecho integran una banda narco con "cuatro cabecillas adultos" y más de "40 soldaditos". "Matan por matar, lo hacen por deporte", precisó.
En medio de la conmoción por los ataques, la mujer agarró una piedra y caminó hasta la casa de uno de los líderes de la banda narco y padre de uno de los agresores. La respuesta que recibió fue otro ataque a balazos. "Una bala me rozó la frente, me desangré y me desmayé", relató. Se despertó a las 11 en una cama del Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (HECA).
Tras conocerse la muerte de Brian, se generó un enfrentamiento en el barrio. De acuerdo con la Policía, los amigos de las víctimas avanzaron contra los asesinos y en el fuego cruzado fue asesinado Lucas Maturano, amigo de Mario y de Brian, quien falleció en el acto tras recibir un tiro en el pecho.
Norma aseguró que no existió "ningún enfrentamiento" y que a Lucas lo ejecutaron afuera de su casa. "Lucas estaba sentado en la puerta cuando desde un auto se bajó uno de estos soldaditos y lo mató a sangre fría. No hubo fuego cruzado, es mentira. Hay una sola banda que se adueñó del barrio y que mata sin parar", precisó.
Por los tres crímenes, hay cuatro jóvenes detenidos. A dos de ellos se les dictaminó 60 días de prisión preventiva. Norma pidió que los culpables queden presos aunque no dejó de manifestar su temor. "Me dijeron que si esta gente no sale libre me van a quemar la casa y a matar al resto de mi familia", alertó. En 2010, Norma ya había sido víctima de esta guerra, cuando otro de sus hijos fue asesinado. Mientras se recupera, lo único que quiere alejarse del barrio y poder vivir en paz.
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