AGO
La fragilidad en que se encuentran los sueños en tiempos-aún- extraños en la lucha de los pueblos, donde las postergadas, negadas, olvidadas, desaparecidas, a menudo son sofocadas por la realidad del capitalismo, que tiñe la vida de horror. Intentando entumecer en formatos vacíos la sensibilidad humana.
Ha llegado la hora de volver inevitablemente, de volver a Jorge Mussin.
Para muchos es meter el dedo en la llaga, de provocar y de evocar luchas que se pensaban y creían perdidas. La bandera de la vida de Jorge, que engloba a todas para trabajar, luchar, accionar como él, es el amor.
Si pretendemos resolver desde el individualismo los problemas colectivos, las reflexiones y acciones se transformarían en desafíos técnicos o estadísticos. Esto empañaría y desvirtuaría la eficacia del amor: deber inherente de los hombres.
Volver a Jorge Mussin es ver y sentir las construcciones humanas, éstas que se caen a pedazos por la impronta de su creación, éstas que nos desgarran día a día, en la salud, en la educación, en toda nuestra cultura, éstas que nos ahogan con la concentración de riquezas en pocas manos, éstas miserables que intentan de por vida y para siempre hundirnos en la miseria. Volver a Jorge es revelarse contra la realidad y transformarla.
Volver a Jorge es mirar hacia la Cuña Boscosa y contemplar junto a un suspiro las cosas positivas que perduran, a pesar del tiempo. Es mirar la Casa del Niño en Gallareta, liberar la sensación inmediata de diluirse sin descanso en su reconstrucción, bajo los principios por la cual fue creada.
Volver a Jorge Mussin es una necesidad urgente, impaciente, casi obligatoria. No será una tarea sencilla, no será una tarea, porque volver a Jorge es elevarse como ser humano. Volver para mirar hacia adelante e intentar divisar un futuro lleno de amor eficaz.
AGRUPACIÓN RECUPARACIÓN DE LA CASA DEL NIÑO “JORGE MUSSIN” LA GALLARETA
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