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El futuro de la industria automotriz, según parece materializarse en los proyectos de los fabricantes, estará dominado por los autos eléctricos y los autónomos, si bien ambos pueden ir de la mano.
Esto produciría un cambio radical en las carreteras en todo el mundo, empezando por las de Estados Unidos, de acuerdo con una investigación publicada esta semana por la firma RethinkX, un grupo de expertos independientes que analiza el impacto de la nueva tecnología en la realidad.
La llegada de este nuevo modo de transporte permitirá la aparición de un nuevo concepto: el transporte como servicio (Transport as a Service) o TaaS, que cambiará la forma de concebir los viajes por carretera.
¿Se habrá generalizado el TaaS en nuestro país para 2030?
A pesar de que el número de estadounidenses que utiliza estas formas de viaje compartido –sea en un auto autónomo o no- es actualmente muy reducido, y aunque las proyecciones de RethnikX pudieran parecer demasiado optimistas, está claro que esta tendencia ya ha echado a andar.
Según los expertos, los autos 100% autónomos que han anunciado para 2019 podrían ser autorizados para que rueden por las carreteras estadounidenses en el año 2020. Diez años más tarde, según RethinkX, esta modalidad de transporte será esencial para nuestras vidas.
Para esa la fecha, según el citado estudio, el 95% de los estadounidenses dependerá de los vehículos autónomos y los autos eléctricos del TaaS para transportarse.
Este estimado puede ser comparado con el aportado por el Boston Consulting Group, desde donde prevén que el 25% de las millas en el país serán rodadas por vehículos eléctricos compartidos y sin conductor para 2030.
Impacto en la industria automotriz
Y todavía más: el impacto en el panorama vial estadounidense será de tal envergadura que, de los 247 millones de vehículos que ahora mismo circulan por las carreteras del país, desaparecerán cerca de 200 millones, por lo que no más de 44 millones quedarán en activo.
En paralelo, la firma RethinkX ha llevado esta reflexión un poco más allá: ¿cuáles serán las consecuencias de este fenómeno sobre la economía y los hogares de Estados Unidos? Pues mientras que la primera sufrirá, este último terminará ganando.
La caída del número de vehículos en circulación reduciría la producción de vehículos nuevos en un 70%, según el estudio realizado por RethinkX, mientras que la producción de petróleo caería en un 25%, pues los vehículos autónomos serán todos eléctricos.
Por su parte, los hogares ganarían en grande: si estas previsiones se hacen realidad, un hogar estadounidense podría ahorrar alrededor de 5.600 dólares al año al eliminar los costos asociados a la propiedad de un vehículo (seguro, combustible, mantenimiento…), siempre y cuando todos sus miembros ya hayan optado por desplazarse gracias a los servicios TAAS.
“Es hora de que ajustemos nuestro pensamiento” -aseguró Tony Seba, coautor del estudio, “Repensando el transporte 2020-2030: la interrupción del transporte y el colapso de las industrias automotrices y petroleras”, coordinado por RethinkX.
“Estamos en la cúspide de una de las interrupciones más rápidas, más profundas y más consecuentes del transporte en la historia”, dijo Seba, cofundador además de la firma de análisis. “Pero no hay nada mágico en esto -concluyó-, es impulsado por la economía”.
Lucha en el mercado
En medio de la imponente transformación de la industria automotriz y del crecimiento explosivo en las inversiones en tecnología, con énfasis en sistemas de vehículos autónomos, totalmente sin conductor, impulsados por Uber y Lyft, los fabricantes tradicionales de automóviles intentan luchar para mantener su dominio.
En el espacio de vehículos autónomos, Samsung acaba de recibir un permiso para probar su tecnología en las vías públicas de Corea del Sur, y Apple , e incluso Amazon (AMZN), están buscando sus opciones, aunque ya Waymo tiene la enorme ventaja de haber probado sus autos sin conductor a lo largo de más de 2 millones de kilómetros durante los últimos ocho años.
En 2016, Ford ) anunció que habrá sacado a la circulación su primer vehículo sin conductor para el año 2021, y que este se centrará en el intercambio de servicios y en las flotas de entrega de pasajeros, en lugar de compradores individuales.
Por su parte, Daimler AG (DAI.DE ) apunta a esa misma fecha para dejar ver sus primeros vehículos sin conductor, para lo cual ya ha formado una sociedad con Uber.
Ahora mismo, General Motors (GM) es considerado otro de los líderes en la investigación autónoma. Recientemente lanzó el primer EV de gama larga, el Chevrolet Bolt, y se ha vinculado con Lyft, mientras que esta semana anunció Maven, su propio servicio de auto compartido.
Otros fabricantes tradicionales de automóviles esperan montarse de inmediato encima de esta gran ola del cambio.
Aunque el pronóstico del 95% hecho público por RethinkX probablemente sea puesto en tela de juicio, hasta los fabricantes establecidos de automóviles ya se adaptan a la idea de que el mundo del transporte está transitando por una “revolución histórica”.
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